Necesito un nuevo amante. Y un buen juguete sexual. Esto me dijo una Musa el otro día. Lo curioso es que al cabo de poco otra Musa suspiraba por el mismo deseo.
¡Ay! ¡Qué tiempos aquellos en que las Musas decían querer un novio! ¿Dónde quedaron esos tiempos y esos novios? Tinder Quién sabe. Yo he decidido ayudarlas con este espacio.
Para los que estén considerando su candidatura debo decir que ellas piden pero también ofrecen.
Me explico: lo bueno que tienen las Musas es que no son aprovechadas y los cuidan, tanto a los juguetes como a los amantes estables (lo que ellas llaman un “banquillo”).
Sus compañeros de juego están en buenas manos y no sólo reciben placer sino también amor y cariño (aclaración: así es como denomina la Musa Bruja a sus valorados pechos, que en ocasiones parecen tener vidas propias). Por su parte, los juguetes jamás estuvieron mejor conservados y con las baterías más a punto.
Las Musas se consideran leales, empáticas y agradecidas. Sí, es posible que hagan que sus amantes se desplacen a su casa para el goce (nadie dijo que no fueran cómodas), pero a cambio les obsequian con aquello que saben que al otro le gusta. Incluso si eso supone un sobreesfuerzo o no es una de sus prácticas preferidas.
Desde posturas complejas al límite del yoga a disfraces varios, pasando por juegos de rol o masoquismos diversos (que de todo se han encontrado y ofrecido).
Son tan consideradas que aunque estén algo indispuestas, si un amante habitual les pide verlas, por cortesía ellas se recomponen y reciben haciendo del vicio virtud. Sin ir más lejos una de las Musas descubrió por un “accidente” reciente que las contracciones de la tos durante el coito podían volver loco a su amante. Tanto que ahora ha desarrollado una variante para cuando no está resfriada: que la hagan reír en pleno acto. Tomen nota.
A las Musas, que ya tienen su vida muy amueblada, les importa poco nivel económico, etnia o religión. Son abiertas de mente. Sí agradecen una buena conversación (algunas antes, otras después), aunque no es imprescindible.
En cambio no toleran faltas de higiene ni que tras la sesión deportiva se quieran quedar a dormir. “El cigarrito a tu casa” es su lema.
A estas alturas ya habréis comprendido que ellas tienen el mando (no sólo las pilas). Pero en ningún país recalaréis más a gusto que en las repúblicas independientes de sus casas.
Para más información, contacten en la dirección de abajo. Relájense y disfruten de los nuevos tiempos.
¡Sed muy Felices y muy Buenos Amantes!
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Querido HKB: en esta ocasión solo me queda desearle suerte a tus musas.
Un abrazo!!
Jajaja. ¡Pues no es poco deseo! Muchos besos
Tú y tus musas. Has escrito casi un tratado sobre un tema muy complicado. Felicidades.
Mil gracias por tus palabras compañera.
¡Vivan las musas!
¡Vivan!