Nati voló sobre el piso del Postmoderno
Gracias a Dior, el otro día, leyendo una entrevista realizada a Nati Abascal (pónganse todos en pie en la sala, por favor), me sentí mucho mejor.
Sabias palabras las que salieron de su boca y el/la periodista anotó.
Entre otras muchas cosas, Nati daba a entender que:
– Reutiliza prendas (algunas, desde los 60), dándoles nueva vida. ¡Chapó!
– Estilo y presupuesto estratosférico no tienen que ser obligatoriamente conceptos inseparables.
Dicho esto, a uno no sólo le apetecería saber cómo lo hace para conservar tan bien las prendas (¡y la talla!), sino para defender tan dignamente dicha postura.
Resulta inevitable que vengan a la mente aspectos como el de la vorágine de consumo en la que nos encontramos inmersos, muy ligada a la necesidad de satisfacción inmediata.
Hoy en día hace falta realizar un acto consciente de reflexión y “freno” para intentar amortiguar ese tipo de comportamiento que puede convertirse en adictivo.
En definitiva: deberíamos intentar aprender a disfrutar desde la conciencia, sin que nos controlase ese tipo de impulsos.
Otras ideas que me aparecerían relacionadas serían el concepto de calidad, así como la sobrevaloración de lo nuevo. Desde mi punto de vista, lo “únicamente nuevo”, en sí, no contendría un valor especial, a no ser que hubiera un trasfondo.
Me resulta más interesante algo que comunique, que renueve, que remueva, reinterprete… pero con una base. En este sentido, considero que puede transmitir algo una prenda o un objeto tanto contemporáneo como antiguo.
En cuanto a la calidad, es algo que semeja haber quedado en un segundo plano, pese a que un producto de calidad puede convertirse en exquisito, atemporal.
Daría la impresión de que las nuevas tendencias priman grandes producciones, la apariencia… y no la importancia de los acabados, o los materiales.
Digo esto habiendo contemplado la sed y el comportamiento palpable a cada paso de ciudades como Shanghai o Beijing, en las que se percibe, formidable, tenaz, amenazador e inagotable, el pulso y el ritmo que están intentando marcar la tendencia mundial.
Pero a lo que iba. Las palabras de Nati me hicieron sentir mucho mejor. ¿Que por qué?, porque estando servidor a final de mes, entró en una tienda de prendas de segunda mano perteneciente a una ONG, y… ¡oh, sorpresa!, encontré una chaqueta de lana Fred Perry de las que ya no hacen (por el estilo de la época, digo), estupenda y merecedora de vivir una segunda vida.
Una vez cambiados los botones, ha resultado ser la sensación en el trabajo (y no sólo en él).
Atención: Esta chaqueta + un chaleco de vestir (entallado, de raso y paño) = 6 euros.
Y es que, como me dijo la señora que atiende la tienda: <<sí, tenemos cosas muy monas aquí, por eso vienen muchos “POSTMODERNOS” como usted a comprar>>
Hala, bautizados. Y encima, con la bendición de Nati. ¿Qué más se puede pedir?
p.d. gracias a los autores de las fotos, pues han recogido perfectamente la esencia de lo que quería transmitir.
Estoy contigo. Parece que en beneficio de innovar constantemente (para incitar a la compra compulsiva) se ha perdido la cultura de la calidad (para que la durabilidad sea breve), y con ello el olvido de materiales nobles y trabajos bien hechos. Pero se demuestra que estos todavía prevalecen en tiendas de mercadillo y nos llevan a grades descubrimientos. Es tan solo una reflexión que se puede transpolar a cualquier actividad de nuestros días. Ya lo decía el filósofo «La esencia de las cosas está en las cosas mismas». Un beso. María José.
Madre mía, Mª José, con tu última cita, poniendo la guinda a tu texto, me dejas sin palabras. Buenísima apreciación. Gracias por la misma, y por haberme «acompañado» con tu lectura. Un placer.
De acuerdo en la elegancia por encima de toda situación, pero no cabe discusión en que nuestra Kate, la Moss, es LA TENDENCIA HECHA MUJER. Alguna cuantas deberían fijarse más en ella y poner un poco de frescura y de siglo XXI en sus vidas… y en las nuestras.
Me alegro de que estés de acuerdo, pero más se alegrará Kate de saber que tiene a alguien que la sigue tan fielmente! Un abrazo y gracias por tu comentario
Si si si estamos contigo, saludos de tu madre y tus amigos Manolo y Ana. Y de Noelia y Paola.
saludos
jajaja. gracias amigos!!! y… mamá!?!? qué haces aquí? no ves que todo el mundo nos ve? chica, desde que te has vuelto tan moderna te apuntas a todo! (es que, para que lo sepan, ahora come japonés con palillos y brinda con cerveza oriental como si lo hubiera hecho toda la vida). besos a todos y gracias nuevamente por estar ahí