Amor en la distancia, felices los cuatro. Ésta es una máxima de la Musa Mexicana que no comparten la Musa de la Ronda ni la Musa Pelirroja.
La Musa Pelirroja, en concreto, está encantada con su nuevo amor oxigenado. Lo único que lleva mal es el kilometraje, que intentan repartirse.
Dice que lo más bonito, cuando se encuentran, es que él “la pone en su sitio” (ejem) y que es muy macho. Yo la escucho y no paro de lamentar lo desprestigiado que está el tener estudios. Nadie fantasea con un científico o un ingeniero, pero a la que se presenta un mecánico o un obrero… ¡bingo!
Hasta en esto hay machismo, porque en el mundo hetero las enfermeras se llevan la palma de las fantasías, y todos sabemos lo que cuesta sacarse hoy día esa carrera. El único que podría semejarse sería el morbo del doctor con su bata… con lo que volvemos al machismo.
Pero para luchar por la igualdad ha llegado a mi vida una candidata a Musa que defiende la misma como nadie.
¡Qué carisma! ¡Y qué ovarios! Tras su aspecto de chica bien (pendientes de perlas perennes incluidos) se oculta una jabata capaz de poner firme a una tropa de legionarios.
Y como sabe que lo que más duele es la economía, una de sus batallas va por ahí. Incluso en el hogar conyugal.
La otra tarde me explicaba, como ejemplo, que tienen un Excel con los gastos comunes y que ahí pone el importe de las píldoras anticonceptivas. ¿O acaso mi chico no se beneficia? Brava.
Claro que ése es, particularmente, el Talón de Aquiles de su chico (no el uso y disfrute de las pastillas, sino el dinerito).
Por lo visto a él le apasiona comprar, vender y ahorrar a niveles surrealistas. Hasta el punto que la pre Musa teme que algún día aparezca su foto en Wallapop. Lo único que pide es “si me ve alguien que conozco espero que al menos me compre, para caer en manos conocidas”.
Sólo la he visto en dos ocasiones pero la muchacha promete mucho. Ahora se ha ido de vacaciones, a realizar un safari por África. A ver si vuelve y nos sigue regalando anécdotas.
Y digo si vuelve porque su chico le ha pedido matrimonio tras enterarse de cuánto podría cobrar por pensión de viudedad. Aunque creo que no ha aceptado la oferta, quién sabe qué sucederá por aquellas tierras lejanas. ¿Caerá del jeep? ¿La venderá?
Claro que puede que quien acabe cobrando la pensión sea ella. O igual lo deja allí, para vivir un estupendo amor a distancia. A dos. O a cuatro.
¡Sed muy Felices!
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Querido HKB: yo estoy casada con el rey del Excel!. Cualquier cosa planificable: gastos, viajes, posibilidad de compra…todo lo hace por Excel!.
Es una buena idea, pero sacar provecho todos!. Sí el mundo sanitario está rodeado de fantasías…pero la realidad es otra!, jajaja…
Un abrazo!
Jajaja. Ay, sí, las fantasías y las realidades del mundo sanitario… ¡Besos enormes!
Tentadora idea ese excel… XD
Jajaja. Te creo. 😛