La vida es sueño, o con sueño

 

¿Qué harías si pudieras viajar en el tiempo? Me preguntó la ya Musa Lorena Franco. Y yo respondí para mis adentros: dormir más.

Sí, amig@s, era imaginarme con el control temporal y no me veía disfrutando más que frenando el momento –y el despertador- para levantarme a la hora que me saliera del hipotálamo.

 

Sé que no queda muy profunda esa respuesta, pero es la verdad. Por las mañanas se me pegan tanto las sábanas que si fuera Jesucristo el problema no lo hubieran tenido para ver mi silueta en la Sábana, sino para desincrustarme de la misma. Eso o hubiera resucitado con ella puesta, que también es una opción.

 

Y ahora que hablo de la Sábana Santa, esta Semana ídem no sé si dormiré, pero frío pasaré bastante, pues nos vamos a Copenhague y me han dicho que hasta la Sirenita tiene ahora carne de gallina. ¡Máximas de cinco grados! Eso no son máximas, eso son puntos de separación entre Britney Spears (con la que comparto haber tenido un abdomen firme antiguamente pero con oleaje en la antigüedad) y servidor. Ay, con lo que habíamos sido Britney y yo. Seguro que ella sólo piensa en dormir también, allá en Las Vegas.

 

Tengo mucha curiosidad por conocer el Primer Mundo, pero como temo que me miren con suspicacia en Dinamarca por no ser tipo ario, días antes iré a la pelu y ya me he comprado unas plantillas de ésas que aumentas varios centímetros. Así compenso si me encojo con el fresco.

Igual también le copio el invento a la Musa de la Imprenta, que ni corta ni perezosa se pone una bolsa de agua caliente en la mochila cuando sale a la calle en días fríos. Ande ella caliente, su espalda no se resiente.

 

Por cierto que a mí lo que me gustaría celebrar no sería la Semana Santa sino la Semana de la Reparación. Serían unos días preciosos para contemplar cómo políticos y líderes religiosos repararían el mal que hubieran hecho. Voy a proponerlo a change.org, a ver si cuela.

Y cuando hablo de reparación no me refiero únicamente a lo que se ha cometido contra las personas. No, también hacia el medio ambiente y los animales.

En este sentido es admirable la labor que están realizando muchas ONGs en defensa de las formas de vida que no tienen voz.

 

Como sabéis, hace poco participé en una campaña contra el abandono, y el resultado, la exposición “Eros Barcelona” (Eros es el nombre del perro) ya se puede disfrutar en el Hotel Murmuri, Rambla de Catalunya 104.

Las fotos han quedado preciosas, pero me encantó, sobre todo, que la fiesta de inauguración empezó a las 20h, de modo que nos pudimos acostar a una hora prudente.

 

¿Lo veis? Sólo pienso en dormir.

Eso sí, si Lorena me pregunta de nuevo, igual matizaré la respuesta: volvería atrás para realizar una y otra vez mis sueños.

 

Dormid, soñad y… ¡Sed muy Felices!

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