El día de mi cumpleaños no hice pan –como tanta gente- sino una charla sobre sexo, que también tiene su miga. Fue en instagram -esa casa de la vecina donde encuentras de todo- y acompañado de mi admirada Carme Sánchez, psicóloga clínica, sexóloga y autora de “El sexo que queremos las mujeres”.
Lo que parecía que iba a ser un coitus interruptus por problemas en la terminó siendo un estupendo y apasionado encuentro. Como si fuera una receta, aquí os traigo los ingredientes para un buen menú.
Un buen puñado de preámbulos. Es fundamental preparar el área donde cocinaremos. Tocar, oler, soplar, acariciar, susurrar, calentar poco a poco. Todo cuenta y todo suma. Evitemos poner los utensilios de cocina al fuego directamente.
Una pizca de imaginación. Y más en estos tiempos en que quizá tengamos demasiado vistos los ingredientes. Nada mejor que intentar decorar los platos, cambiar el orden de la preparación, inventar una temática… recordemos que el órgano sexual más potente es el cerebro.
Medidas de seguridad. Ponte guantes, usa agarraderas, atención a las salpicaduras. No bajes la guardia. Utiliza sólo los ingredientes que tienes en casa. La cocina es un tema muy serio.
Piensa qué te gusta verdaderamente. Explora, contrasta, pero sobre todo, utiliza el confinamiento para estar más conectadx contigo mismx y saber qué cosas realmente te apetecen y sientan bien. No añadamos indigestiones. ¡Y ojo a las intolerancias!
Prueba a cocinar y comer en diferentes lugares de la casa. Un picnic en el comedor, un bufé en el pasillo, un desayuno en la cocina. Dado que no puedes salir a comer fuera de casa, alterna (y altera) el escenario. Decora los espacios y monta comidas temáticas o exóticas.
Si no sabes qué cocinar inspírate en vídeos específicos, pero ten siempre presente que algunas películas no sólo son ciencia ficción sino que no habría que intentar imitar todo lo que hacen. Si no saltarías del terrado ni ametrallarías a nadie. No cocines a lo bruto.
Haz recetas sólo para ti. Date un capricho. Busca tu momento. Asimismo, si tienes compañía quizá también sea el momento perfecto para confesar qué platos le gustan a cada uno o qué le gustaría probar que nunca se había atrevido a explicitar. Quizá te sorprenda saber que a mucha gente le apetecen las mismas especias o entrantes pero no lo dicen.
Cuando cocines, pon toda la carne en el asador y céntrate en lo que estés haciendo. Si te distraes puede quemarse la comida o, por el contrario, enfriarse. Por supuesto, todas las partes merecen ser empleadas, no sólo las más vistosas. Intentemos no desperdiciar nada.
Prueba otros utensilios. Seguro que en el cajón hay instrumentos que merecen ser utilizados. Anímate a comprar alguno online para descubrir nuevas texturas.
Respetemos los tiempos de cocción. Y más en estos momentos en que factores externos pueden condicionar mucho. Si no te apetece cocinar no te fuerces. Si te apetece cocinar sin prisas, perfecto. Si quieres preparar algo rápido sin más, también.
Y en definitiva: Disfruta. Cuídate. Respétate.
En la cocina y en todos lados.
Un abrazo virtual enorme.
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Tomo nota de la receta. Y ahora a practicar, que a la perfección se llega desde la práctica…
Jajaja, ¡toda la razón! ¡A practicar!
Muy ingenioso tu post!!
Qué chispa tienes !
Un abrazo!
P.S: siento no haberme acordado de tu cumple…
Muchísimas gracias por tus palabras. Lo del cumple da igual, porque nada sustituye a la conexión verdadera. ¡Un abrazo!