Dicen que las amistades son la manera que Dios tiene de compensarte por la familia de origen que te ha tocado. Pues bien, yo creo que la familia política también puede llegar a ser un regalo kármico similar.
Cierto es que si la familia propia que te toca ya es una lotería, con la política implica acertar incluso el complementario (ya me entendéis) pero escuchadme: quien no juega no puede ganar.
Yo, como bien sabéis, no puedo estar más contento con mi familia política asturiana, pero como hasta llegar a ella he podido experimentar de todo, he decidido traeros unos kongsejos divinos que os serán la mar de útiles, incluso si os toca una buena como a mí.
Lo primero es tener claro que a no ser que os mováis por el interés económico, no deberíais descartar a nadie por su familia. Al fin y al cabo no la ha podido elegir.
Lo segundo es que cuando tengáis el primer encuentro con vuestra familia política intentéis no sorprenderos por más que digan o veas barbaridades. Ensayad la cara de póker antes si es necesario. PITICLI aquí podría hablaros de cuando vino a conocer la casa de mis abuelxs del norte (de los que creo que nunca os he hablado) -y a mis tías- y se encontró con una familia amante de las armas, la cacería y las cornamentas como decoración. ¡Ni una ceja levantó! ¡Parecía colega de Charlton Heston!
Si sois personas precavidas, no está de más que llevéis algún tema de conversación preparado (nada de política ni religión, por supuesto) y que alabéis algo. También quedaréis estupendamente si reís las gracias que hagan (sin exagerar para no generar miedo), si lleváis algún detalle o si ayudáis a recoger.
Tema FUNDAMENTAL: las comidas familiares. Id a todas las que podáis. En caso contrario puedes ser tú el tema de conversación. Si consideráis que son demasiadas, negociad a cuáles iréis y a cuáles no, y poned siempre una excusa laboral (las de salud se agotan enseguida y generan suspicacia). No permitáis que vuestra pareja no vaya a la comida, recordad que si no va vosotrxs seréis responsables a sus ojos.
Si se trata de familias aglutinadas, de ésas que quieren hacerlo todo juntas, entramos en un terreno MUY SERIO: la gestión de la cautividad. Porque quizá a vuestra pareja le parezcan unos días deliciosos pero a vosotrxs… a vosotrxs os puede cambiar el humor y convertiros en sociópatas. HABLAD de vuestros IRRENUNCIABLES o INNEGOCIABLES. Ejemplos: dormir en un hotel o disponer de tiempo propio o para la pareja. ¡Y manteneos firmes!
Conforme vayáis conociendo a vuestra familia política explorad sus características y pensad qué podéis aportar: quizá se os dé bien reparar electrodomésticos, realizar la declaración de la renta… ¡Pero vigilad! ¡No os ofrezcáis para nada que os pueda esclavizar después! Ejemplo: llevar en coche es una trampa. PITICLI es el configurador de móviles oficial.
Muy probablemente tendréis que escuchar determinadas anécdotas una y otra vez, o ver las mismas fotografías. ¡Ni se os ocurra señalar que ya las habéis oído o visto antes! Lo mejor es que vayáis a la cocina a traer algo para beber o al baño. O a por vuestro ordenador “porque tenéis que teletrabajar”.
NUNCA critiquéis a vuestra familia política, ni siquiera cuando vuestra pareja, a solas, os lo ponga en bandeja. ¿Recordáis aquella chica de la Familia Monster que parecía distinta al resto? Pues no os engañéis, a la hora de la verdad la sangre Monster se activará.
Como mucho, criticad si creéis que os quedan dos telediarios antes de la desvinculación.
Y por último: recordad que vosotrxs también podéis ser la familia política de alguien, así que tened piedad de esa persona recién llegada y tratadla bien.
En fin, espero que todo esto os aporte mucho bienestar y que os sirva para cuidar la relación con vuestra pareja. Como decía un amigo mío: bastante difícil es encontrar a alguien igual o menos desequilibradx que tú como para estropearlo.
¡Un abrazo enorme!
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Sabios consejos. El de Hotel vs casa familiar es un tema controvertido…
Un abrazo!
Buenas compañera. Lo es, lo es, pero la salud mental lo vale. ¡Besos!
El tema de los espacios y las negociaciones sin caer en criticar a la familia política parece un reto… pero seguro que tú lo has superado. Yo con la mía (con mi familia política), lo tengo fácil. =D
Jajaja, todo un reto. Pero que se puede superar. ¡Besos!