Lo que hay que oír
“Vivo del suicidio” me soltó un cliente el otro día. Y yo, perplejo: “¿Perdón?”. “¿Lo ve? ¡Todo el mundo me pone esa cara cuando lo digo!”. Al cabo de poco reaccioné y le dije: “¿No será del SUBSIDIO?”. “¡ESO, ESO!” “¿Me podría decir cómo se pronuncia?”. Y yo, claro, siempre dispuesto a ayudar, decidí …