La Ley del Mínimo Escrito
La ventana de su despacho se abría. Todos los días. Por el viento. A las dos de la tarde. Él la cerraba. Daba igual. La ventana se abría. De nuevo. Por el viento. No entendía nada. Tras varios intentos supo que lo mejor era dejarla a su aire. Que fuera lo que el aire …