Hay días en que la vida explota. Para bien. Fechas pensadas para disfrutar de una ciudad, para dejarse llevar, para enamorarse sin oposición alguna.
Si hay una celebración que te deje noqueado en Barcelona, ésa es Sant Jordi.
PITICLI dice que si no te arrebata Sant Jordi en Barcelona es que no amas esta ciudad.
Y es que pocos días hay en que en un lugar dejen de tener relevancia los capullos para ceder el protagonismo a las rosas.
Yo en Sant Jordi -y éste particularmente- me siento un mormón de Salt Lake City. Polígamo de amor repartido irremediablemente: PITICLI, la ciudad, la luz, la gente maravillosa que me rodea… y la que de repente –oh, milagro- aparece.
Sí, porque ayer no sólo conocí personalmente a mi adorada Guillermina, sino que terminé en una mesa redonda (que no cama) junto a poetas y artistas como Ray Loriga.
Estaba tan contento que por la tarde, recorriendo las Ramblas entre los miles de paseantes, siquiera la falta de lucidez de quienes llevaban carricoche me afectaba. ¿Quién podía tener queja alguna?
Si la luz era perfecta.
Si la ciudad no puede ser más hermosa.
Si por un día todo el mundo regala flores y libros.
Si de repente un escritor puede comportarse como una rock star y parece que hasta la gente lea.
Si como por arte de magia en los trabajos la gente esconde las hachas para sacar flores y cultura.
Y te das cuenta de que hay días en que todo es bonito, porque el escenario no puede ser mejor, pero sobre todo porque la gente lo hace posible. Barcelona es, para mí, la actitud que se respira en Sant Jordi.
Gracias Sant Jordi, gracias Barcelona, gracias PITICLI, gracias Guillermina, y gracias a vosotr@s. ¡Os debo una!
Pd. He de decir también que para rematar el éxtasis –y para huir de la aglomeración- fuimos a tomar un vino a LA TERRAZA DEL HOTEL 1898. En plenas Ramblas te transporta a otro universo. Sillas, sillones y camas para hipnotizarse ante unas vistas de impresión al atardecer. Ahí lo dejo.
¡Sed muy Felices!
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Bueno lo tengo fácil en este post, no necesito San Jordi para amar Barcelona. Me encanta como encantas tú. 🙂
¡Oh! ¡Qué bonito!
Pues si no conoces la ciudad durante ese día tan especial, te lo recomiendo. Sobre todo por la mañana.
¡Besos, maravillosa compañera!
¡Qué canto tan bello a Barcelona y a Sant Jordi!
Que el día del libro coincida con el de los enamorados ya dice mucho de una forma de pensar.
Tu post es a Barcelona lo que Amélie fue a Paris (creo yo).
¡Qué suerte que tiene esta ciudad de tenerte como bardo!
¡Bardo o bastardo te agradezco el comentarlo!
Me alegra que te haya gustado. Jo, qué cosas tan bonitas me dices 🙂
¡Besos!
No puedo estar más de acuerdo. Amo Barcelona siempre, me parece una ciudad absolutamente maravillosa y el día de Sant Jordi es un regalo estar en ella.
Querido HKB, ¿la Terraza del 1898? Quiero un vinot alli, por favor, agendeme!!1
Jajaja. ¡Eso está hecho! Aunque en este caso, será «un segundo vino» allí, porque usted y yo ya disfrutamos de esa terraza once 🙂
¡BESOS!
¡Viva Barcelona y viva Tú!
Hace siete años que fui a Barcelona y estoy deseando volver.
Tu post me ha dado «hambre» de Barcelona.
¡Cómo me ha gustado leer eso!
Barcelona te espera, compañera.
¡BESOS!
Barcelona durante todo el año es una ciudad impresionante pero en Sant Jordi se supera. Feliz dia del libro!
¡Cuánta razón tienes! ¡Besos!
Estuve viviendo cerca de 6 años en Barcelona, y la mejor experiencia de mi vida. El día de Sant Jordi es muy especial.
Me encanta Barcelona
Te entiendo perfectamente <3