Que todos tenemos muchas facetas no es un secreto, pero algunas personas tienen sorpresas ocultas que ni el Copperfield. En el ranking dos amigas se llevan la palma. Cuanto más sé de ellas más alucino.
Ambas tienen dos cosas en común: la primera es que son monas, dulces y visten fenomenal. La segunda es que les va más el rollo carcelario que a un tonto un lápiz. Pueden estar en una cena con sus modelitos y tocados de plumas ideales y al cabo de unas horas estar poniendo firmes a los presos con un tono y un vocabulario que haría estremecer a Cervantes.
Para colmo una de ellas se ha mudado a una zona de Barcelona que haría las delicias del National Geographic. Así que no es extraño que ella vuelva del súper con sus bolsas y su sonrisa -porque nunca deja de sonreír- mientras las prostitutas se encuentran enzarzadas en peleas a lo Chuck Norris. Tampoco faltan conflictos con los chulos. Y ella, en vez de tenerles miedo (y eso que recibió un día un lanzamiento de paquete de tabaco contra su cabeza) lo que hace es contenerse para no subírselas a todas a casa para darles un cafetito calentito o curarles las heridas con betadine.
Que como dice la otra: \»nena frénate, que cualquier día te vemos diciéndoles a las putas, anda subíos que vamos a ver juntas el Sálvame de Lux\».
Y ella te lo cuenta así, con su sonrisa y su amor universal, a la vez que relata cómo es implacable y eficiente como nadie a la hora de descubrir dónde llevan oculto todo aquello que no pueden entrar en la cárcel las visitas. Tiene un ojo que-pa-qué. Ha sido capaz de localizar sustancias entre los michelines o iPods en el interior del laberíntico cuerpo humano.
Las adoro.
Ya lo comentábamos con la Musa Mexicana el domingo: un día unimos a toda la gente que conocemos y Almodóvar se muere de la envidia. Entre el tío de un adorado amigo nuestro, que tras años de militar cambió de sexo y pidió permiso a su ex mujer para utilizar el suyo; la amiga de la Musa Mexicana que le pedía consejo sobre dónde ubicar la plataforma en la que transformarse en mujer lobo (porque estaba convencida que las noches de luna llena se transformaba y no quería hacerlo en cualquier lugar) o los amigos que en mitad de una fiesta en su piso encontraron a un pakistaní vendiendo cervezas (empezaron comprándole por el balcón a través de una bolsa, pero claro, las fiestas eran tan frecuentes que el vendedor decidió acercar el producto al lugar) Almodóvar alucina.
Por mi parte yo llevo unos días uniendo como puedo el glamour con la más cruda realidad. No hace mucho me encontraba visitando a una familia junto a la Doctora Glam (que ya imagináis por qué se llama así), hablando ambos no ya en lenguaje comprensible, sino garrulo total para que nos entendieran (la familia venía de una zona deprimida por decirlo suavemente y le pasaba de TODO), remangándonos hasta el fondo para mejorar la situación, y al cabo de unas horas andábamos comentando los desfiles de París mientras programábamos nuestra asistencia a un evento de moda.
Como nosotros decimos, o combatimos el exceso de realidad con frivolidad o cualquier día nos entra una depresión de caballo.
Lo que sucede es que a veces hago un \»mezcling\» con todo junto y me pasa lo que me pasa. Ejemplo: decido salir de casa de la forma que yo considero moderna total y acabo pareciendo un vagabundo. Y no es que lo diga yo, qué va, lo dicen los
vagabundos. O si no preguntad a la homeless que me encontré camino del supermercado, que me debió reconocer como a uno de los suyos y me paró para darme una receta de carne con patatas al horno. Como la receta era tan interesante me quedé a escuchar, y luego en agradecimiento le aconsejé sobre qué bandeja de lomo de la sección de charcutería salía más a cuenta calidad – precio.
La escena era maravillosa: ella y yo ojeando exhaustivamente bandeja por bandeja a ver cuál era mejor.
Esto me pasa por ser tan fanático de la ropa de segunda mano. Mi armario es la envidia de las gemelas Olsen y Laura Ponte.
Claro que las tiendas de segunda mano ofrecen tesoros alucinantes. Y no me refiero únicamente a piezas vintage, que también, sino a las personas que allí encuentras. Sin ir más lejos, en la tienda de segunda mano de al lado de casa trabaja la que se ha convertido en mi Modista Fetiche: Manoli. Ella se encarga de hacer los arreglos en las prendas, pero tras su fachada de mujer discreta se encuentra una costurera que ni las de Dior.
Tú le dices \»Manoli, he pensado que de esta bata se podría hacer un cardigan-batín como los de Tom Ford\» y ella te lo hace perfecto. O \»Manoli, si me entallases este chaqué de invierno yo me lo pondría de abrigo\», y ella lo tiene listo en dos días.
Mi último encargo ha sido el de unos bombachos de vestir como colofón de un traje que pienso llevar en las ocasiones más especiales. Le llevé unas fotos como ejemplo, elegimos de la tienda aquellos pantalones que podían servir (¡a un euro cada uno!) y tras dos días de pruebas estaban listos. ¡Han quedado estupendos!
No me extraña que su fama se esté extendiendo y reconociendo y ahora hasta diseñadores le llevan sus ideas para que ella las cosa. De hecho últimamente incluso le piden que realice cojines de formas caprichosas o biombos reversibles. ¡Manoli puede con todo!
Yo la adoro a ella y a todo su equipo, pues realizan una labor social estupenda y saben tratar por igual al fashionista que a la persona que se encuentra en una situación económica crítica y sólo puede vestir con prendas de la tienda. Si podéis, acercaros un día para observar la dinámica del lugar. Aquello es un universo de personajes indescriptibles conducido por tres divertidas mujeres que lo mismo asesoran estéticamente que vigilan que no roben o contienen las locuras de algun@s clientes.
La tarde de la última prueba de los bombachos andaban atendiendo a un extravagante hindú de unos 50 años, que decía ser un erudito en todo, mientras preguntaba por la calidad de un curso de inglés en CD\’s (costaba el curso 1 euro). Al preguntarle ellas que para qué lo quería, si él ya hablaba todos los idiomas él respondió: \»para ver si lo enseñan bien\».
En ese momento una pareja de fashionistas italianos se probaba unas botas preciosas (¡4 euros!).
Junto a éllos se hallaba una mujer muy voluminosa vestida con turbante, camisa, falda floreada y chancletas que iba amontonando toda la ropa que se iba a llevar (27 prendas, la mayoría camisones, porque decía que las noches de verano había que ir mona). También había abrigos, camisas, y por poco una televisión si Dori (otra de las trabajadoras, que es tremenda y le gustan las cosas claritas y directas) no se lo hubiera impedido.
Yo había visto a la señora del turbante más de una vez en Las Ramblas, cantando.
Según cuentan había sido una gran artista, amante de un hombre muy adinerado. Pero nunca había tenido oportunidad de compartir boutique con ella. Cuando me vio me preguntó qué quería yo, y le respondí que le había encargado unos bombachos a Manoli, pues siempre le iba con proyectos de ese tipo. Ella me miró fijamente y me respondió: \»ya me parecía a mí que eras de los míos. Yo, como tú, también vengo cada dos por tres a pedirle creaciones a Manoli\». En su caso una falda con can-cán a partir de una cortina (y se la hicieron, claro, para que luciera como la artista que es).
Fue decirme eso la cantante de Las Ramblas y yo pensar que debía empezar a inspirarme en otras cosas o a las únicas fiestas a las que entraría gratis serían a las del comedor social.
O no, quizá no, pues es mucho más divertido tener varias facetas. Al fin y al cabo… ¿quién quiere ser un personaje plano?
Un beso muy fuerte, disfrutad de todas vuestras facetas… ¡y sed muy felices!
Grande!!! Enorme!!!!!
Desde aquí te pido que no dejes de regalarnos creaciones!!!
A tus pies
P.
Querido HKG Gurú!! Creo que voy a ir a visitar a Manoli y su equipo/taller. Son grandes, y como tu, yo siempre voy reciclando, creando, segundamanocomprando…..(PD: Ya me pasarás la receta de carne con patatas al horno. Seguro que está deliciosa!!)jajaja.. Besotes estilamente fashionistas!!
Ay, por favor, qué total. Es que nos encantas. Es así. Y por supuesto tendremos que hacer una visita a Manoli porque ahora mismo me das una envidia que me muero.
Me ha encantado la frase «un día unimos a toda la gente que conocemos y Almodóvar se muere de la envidia». Doy fe de que es verdad! You know what I mean…
Que bueno lo de tus amigas. Si aquí se te acercan los homeless y «variopintos», te imaginas en Cuba lo que podrías encontrar!?
Genial esos bombachos.
Eres un mar, que digo mar un oceano!!!!!!! VERY NICE!!! Sigue que eres mi luz
Empiezo con la frase que tengo puesta en mi estado: el encuentro con otra persona es un acontecimiento, una oportunidad, una fiesta. A mí me gusta ver a la persona que tengo en frente como un descubrimiento y disfrutar de lo que ésa persona puede aportarme. Es un ejerecicio que también requiere sabiduría al saber distinguir aquellas personas que nos hacen bien y las que no, pero creo que, de entrada, poder ver al otro como un regalo, hace que nuestras relaciones sean más significativas. Reconozco también que a mí me cuesta un poquito diferenciar y, en algunas ocasiones, me la meten doblada! Jejeje! Pero bueno, soy de las que cree en el ser humano!
En este sentido, recuerdo dos cosas:
La película «La fortuna de vivir», de Jean Becker (que te recomiendo) habla del encuentro de unos desconocidos que acaban conviertiéndose en grandes amigos. Es una película encantadora que habla de la libertad y de la felicidad. Nunca es tarde para descubrir a las personas que nos rodean y compartir con ellas espacios con significado.
La ciudad de Nueva York. Cuando callejeas y observas a las personas, te das cuenta de que hablan mucho entre ellos, aunque no se conozcan. Es algo que me impactó y que agradecí de esa ciudad que, aparentemente es tan impersonal… hablaban los desconocidos entre sí en la cola esperando el autobús, en el metro mientras llegaban a la estación, en las tiendas… y es que es cierto! Podemos hablar con el de al lado! Me encanta esa ciudad!
Y bueno, para acabar, que si no, me enrollo como una persiana! Es enriquecedor poder desarrollar diferentes facetas de nuestra persona sin dejar de ser lo que somos, sin perder nuestra esencia; al fin y al cabo, es lo que nos define, estemos con quién estemos, allá donde sea que estemos…
Gracias por tu escrito de hoy! Y tienes que darme la dirección de la tienda… voy a ver si puedo hacer algunas fotos allí!
Me ha encantado Agustí, eres genial!! Y estoy totalmente de acuerdo contigo, yo también prefiero la diversidad, es mucho más divertido y no dejas de sorprenderte! Y que se muera de envídia Almodóvar!! Eres un crack! Un beso
Totalmente de acuerdo, hay que mezclar cruda realidad con frivolidad. Llevamos diez atacadas por virus varios y encerradas en casa y la mejor escapatoria ha sido pensar con una amiga los estilismos para Arco y Cibeles.
Bes
Natalia
Usted siga así y veremos en la próxima pasarela Cibeles todos sus diseños fusilados. Por cierto ¿ha salido ya su foto en The Sartorialist? Si no es así, desde aquí propongo boicotear a Scott Schuman. Un beso enorme.
Amiga Paloma: mil gracias por tus palabras. ¡Me sonrojas!
Maestra Gemma: ¡desde luego, si alguien sabe de reciclar y estar estupenda eres tú!
Colega Lorena: jajaja, es verdad. ¡Y eso que hay un montón de anécdotas que no podemos contar!
Genial UtFoaBC: ay, no quiero ni pensar, ¡no quiero ni pensar! Jaja.
Maravillosa Ariadna: tú sí que eres UNA ARTISTAZA.
Inspiradora Eli: cada comentario tuyo es un regalo, y aprovechable de principio a fin.
Tremenda M: ¡el día que Almodóvar os conozca no os suelta!
Colega Natalia: quiero ver fotos de esos modelitos. ¡Divinas será poco!
Adorada Rosa Palo: no me miente a Scott, que tengo una espinaza clavada…
Tras Cibeles te retomo y me pongo al día y, como simpre que no me hago esquema mental de todo lo que quiero decirte tras leerte pues se me quedarán cosas en el tintero, pero es que lo de la mujer lobo me ha dejado impactado… lo he leído y releído hasta la saciedad y ahora en mi cabeza no para de aparecer Shakira con eso del ahuuu-ahuuu, una loba en el armario.
Lo de más, pues que de tu traje bombacho ya he hablado , lo felicito y lo envidio a más no poder y, desde aquí, mis felicitaciones a Manoli y equipo. Insisto, cambio sastre por modista ;-P