Tu noche de bodas minuto a minuto en instagram. Zoom incluido. Y votaciones, claro, rollo Eurovisión. Con mucho ritmo, brilli-brilli y efecto visual (“Valencia” o “Toaster”, mismamente).
Digo yo que eso es lo único que falta ya. Porque se nos va la castaña, amig@s.
Aunque si eso sirve para que te lo curres y no decepciones ni a la audiencia ni a quien tienes al lado ya es algo.
¿Recordáis cuando “intimidad” era más habitual que “intimidatorio”?
Ya de íntimo no queda ni el acto de lavarse ciertas áreas ni el ponerse un tampón, todo se muestra incluso en tutoriales detallados. Hasta la flora intestinal se enseña con la misma intensidad que la del Amazonas.
¿Y el mundo de la pareja cómo queda? Yo diría que entre diluido y reafirmado por la exposición.
Un ejemplo: el otro día un amigo que se fue de vacaciones (un viaje idílico y lejano) con su media naranja subió en tiempo real una foto a Facebook que decía “despertarse en una isla desierta es guay”. ¿Te vas de ruta con tu churri a una isla y eso es lo que te inspira? ¿Acaso esperamos que aparezca Paula Vázquez? ¿Tanto daño ha hecho la isla de los famosos?
Ya lo veis: las islas desiertas tienen 3G. Y los viajes en pareja ya no son lo que eran. O al menos lo que esperamos de ello. Porque tampoco sabemos ya esperar.
Antes ibas para enfocarte en la otra persona y en el terreno a explorar. A desconectar. Y enviabas postales.
Ahora sólo pensamos en un buen encuadre (y un buen filtro, nada de mostrar la realidad en crudo) y en cuántos “me gusta” surgirán instantáneamente.
O si hay cerca establecimientos que recomiende tripadvisor (que inmediatamente evaluaremos). Y en el wifi, que parece que dependamos más de ello que del oxígeno.
Claro que igual es lo mejor cuando con tu pareja no sabes de qué hablar, o para evitar entrar en temas delicados.
Tampoco sé si es mejor eso o cuando te enseñaban el vídeo del viaje a Egipto a la vuelta sin opción a pasar rápido.
Como dicen algunos: al menos en Internet tú decides si lo quieres ver o no, no te obligan.
Pero no creáis que la cosa queda aquí. Una amiga me dijo que los efectos de Internet se habían hecho notar incluso en los locales de desenfreno, los cuales se estaban planteando prohibir la entrada con móviles después de comprobar cómo, en mitad de la ensaladilla de carne, más de uno y de dos se había puesto a echar fotos o subir vídeos. ¿Es que ni ahí podemos estar en lo que tenemos que estar? ¿Tan libres pueden quedar las manos? Me parece inapropiado y osado, pues si se te cae las consecuencias para ti y el teléfono pueden ser diversas y no siempre atractivas. O sí.
Yo reconozco mi adicción a la difusión (para muestra el mono que pasé en Sicilia), y lo mucho que me gusta ver los álbumes de los demás, pero creo que es bueno seguir trabajando el no dispersarse, y el dedicar tiempo de calidad a quien tienes a tu lado físicamente (para que también lo esté en otros planos).
Una experta dijo que las redes sociales nos sirven para paliar el miedo a la soledad.
¿Será un sucedáneo como el chocolate ése de régimen? Porque tampoco está tan malo.
En fin, no se puede negar que todo ello nos ha abierto un mundo, y nos ha permitido no sólo conocer a gente maravillosa sino mejorar nuestras posibilidades laborales.
Quizá simplemente me cuesten los cambios.
Así que si simplemente es la era del compartir y de la imagen, abracémosla. Y si una imagen vale más que mil palabras, pues entonces no me enrollo más y os dejo simplemente con un…
¡Sed muy Felices!
No descuidéis vuestra intimidad y seguid enviando postales. ¡Nos vemos en Instagram !
Bueno a mí me encanta internet, pero no soy muy dada a contar mi intimidad en ello, ni me gusta enterarme por este medio que le han quitado una muela a mi sobrina y le han dado 38 puntos…
Por tanto, todo con medida…como siempre..
Además nosotros nos conocemos por este medio y yo me alegro mucho 😉
Muy guapo tu gemelo…
Un abrazo.
Eso es cierto. ¡Cuántas alegrías puede dar!
Pero como dicen los médicos: todo con moderación. 😛
¡Besos!
Que sabias tus palabras, tan sabias como alejadas de lo que parece tu hacer… = S
Yo quisiera la silla de Isabelina y la capacidad oral de Minniek… ¡que felicidad!
Y recuerda, el tiempo de calidad está sobrevalorado, como la pasta Bu*toni…
Jajaja. ¡Cuántas verdades juntas!
¡Tú sí que sabes!
¡Besos!
Confieso que me adicción a la difusión es moderada. Cuando voy y te escribo, y luego no sale mi comentario, me siento algo frustrada. Entre que vengo de viaje, ya sabes, eso del desfase horario y tal…
¡Y yo te agradezco tanto tu fidelidad y esfuerzo! ¡Besos compañera!