Me encantan los karaokes. Y los países civilizados y democráticos. Pero bueno, lo primero es más fácil de encontrar.
Creo que una de las cosas que me unen a PITICLI es el freakismo karaokil (en casa o de viaje). Tenemos un número muy aplaudido: cantar a dúo it’s not unusual de Tom Jones, coreografía incluida.
Dancing Queen tampoco se nos da mal. Pero últimamente hemos descubierto que aún podemos ofrecer espectáculos de mayor factor impacto añadiendo a Lady Laca a la ecuación.
A mi madre no es que le guste cantar (lo hace fenomenal), es que le cuesta callar.Y como encima ahora está preparándose los castings para un coro pues excusas no le faltan. Así que si antes podía finalizar la sobremesa en un restaurante entonando alguna copla (memorable fue el día en que conoció a su consuegra y la sorprendió de ese modo) ahora puede empezar a cantar ya mientras esperamos mesa.
Al menos intenta adecuarse temáticamente al lugar. De ese modo terminamos cantando María la portuguesa antes del primer plato en A Casa Portuguesa, restaurante más que recomendable al que fuimos el sábado pasado. Os juro que hacen un pulpo a la brasa que te hace saltar las lágrimas.
Y hablando de brasas, no os conté que durante nuestras vacaciones en Lanzarote sufrimos un simulacro de incendio en el complejo de apartamentos donde estábamos alojados. Y digo sufrimos porque la simulación fue peor que si nos hubieran quemado ya no en el hotel, sino en la Inquisición (entidad, que por cierto, parece que va a experimentar un revival).
Aquello era una mezcla de pachorra tropical con ciudadanos del Reino Unido a los que costaba arrancarlos de su mesa de billar más que la noche anterior del Bingo (junto a la sangría creo que el Bingo es lo que más les gusta, y lo único que vieron de Lanzarote -eso sí, eran muy simpáticos-). Si de la eficiencia de los empleados y la velocidad de acción de los alojados hubiera dependido el éxito en un incendio real allí se salva menos gente que en el Paraíso Terrenal.
Por suerte nos pilló vestidos monos, porque en teoría debías abandonar tu apartamento para dirigirte al punto indicado ipso facto al oír la alarma. Bueno, en realidad os estoy mintiendo.
Cuando vimos que la alarma (que casi ni se escuchaba) era más falsa que una pelea de los Power Rangers, decidimos ponernos alguna cosa cómoda pero elegante. Si debíamos esperar durante quién sabe cuánto rodeados de Little Britains que fuera marcando estilo. Antes incendiados que sencillos. Ay madre, tal y como están los tiempos, espero no estar vislumbrando nuestro futuro.
El presente, afortunadamente, sí parece haber premiado nuestra afición por el vestir, de forma que la semana próxima estamos invitados al 080, la semana de la moda de Barcelona.
¡Qué ganas! No es que piense ponerme como un florero, es que la floristería se me quedará pequeña.
Os lo iré contando todo.
¡Sed muy felices!
¡Nos vemos en Instagram !
Querido HKB: veo que compartimos amor a lo civilizado y demócrata y a la comida portuguesa. Pero ésta última es más fácil de encontrar. Gracias por la dirección del pulpo a la brasa, a mí me encanta al horno y estoy trabajando en ello. Sigo con mi envidia a lo del 080.
Preciosas fotos las de la escalera, menuda luz!.
Un abrazo.
Jajaja. Me ha gustado tu comparación también. ¡Para luz la que tú desprendes! Besos.
¡Qué bien empiezas el año! Gran post. Desde el karaoke familiar hasta el simulacro. Eso debe de ser la inspiración de la fantástica comida portuguesa.
Lo de Mary Joe Fum-fum-fum me parece todo una ideaza. Pienso imitarla, ¡es mucho más práctico!
Qué placer leer comentarios así. ¡Levantan el ánimo más que la lotería! Besos míos y de Mary Joe.
Felicidades a Lady Laca por su carrera de cantante. Felicidades a
su hijo porque nunca se le acaba la creatividad. Un abrazo.
Ay colega Forneas, eres un amor. Ojalá tengas razón y nunca se me acabe. ¡Ni los compañeros como tú! ¡Besos!
Aymadre, qué risa!
más que un simulacro de incendio parecía eso un simulacro de «pasarela», allí todos apoyaditos en las barandas mirando a los que desfilan por las escaleras!! Ya hicisteis bien poniéndoos monos.
Otra cosa, envidia me da el momento «cachopostre» de Lady Laca, no por el postre en sí (que no soy golosa) si no por la cara de pilla y FELICIDAD que se le ve a ella y la que os imagino a vosotros.
Besos a los tres.
Ese simulacro parecía un espectáculo de El Molino, jaja. Pero de sus años malos. Me gusta la mirada que pones en nuestras imágenes. Creo que dicen cosas estupendas de ti. ¡Besos!