Llega la primavera, la época del amor.
Te invitan a bodas, estrenan películas románticas y las páginas de contactos y los gimnasios están que echan humo.
Los solteros se engalanan y el refranero nos anima porque, al fin y al cabo, para todo roto hay un descosido y para cada oveja hay su pareja.
La sociedad dice avanzar pero aquí la soltería no viste más que en las series neoyorquinas.
¡Por favor, qué obsesión en nuestra sociedad con la pareja!
Ok, Dios los cría y ellos se juntan. ¡Pero también los malcría o los separa!
Hablemos de la pareja, un mundo maravilloso donde al final quien tiene se queja y quien no también.
Porque ésta es la tónica en el ser humano. Le molesta el régimen lo mismo que la dieta poco variada. De soltero rogabas por una alimentación saludable, y una vez adoptas la dieta mediterránea sueñas con Fast food.
No estamos contentos con nada.
Ay, el amor. Al principio todo es maravilloso. Llueve y te ríes. Una habitación de hotel terrorífica es una anécdota. Y no hay momento ni rincón malo para un buen refregón. Claro que también llevas tal chute en el cerebro que ni los pitufos en un after.
Con el tiempo la cosa cambia. Y cualquier excusa es buena para encender la mecha de la queja y la discusión en vez de la de la pasión (aunque a veces, con suerte, una cosa lleve a la otra y, ¡qué otra!).
Pero ahí no acaban los retos. Quienes tienen hijos han de hacer malabarismos para buscar espacios propios. Y los que no tienen, se ven abocados a prolongar un estado de novios eterno (y pese a lo que se pueda pensar, la descendencia soluciona muchas cosas y muchos temas de conversación).
Ah, no idealicéis y penséis que las parejas homosexuales se libran. Pese a lo que se pueda imaginar no existen grandes ventajas entre las lesbianas por librarse de un marido ni entre los gays de una esposa. Dios repartió histrionismos y machismos por igual para que nadie se aburriera.
Así que admiro a las parejas que llevando tiempo juntas siguen disfrutando y, desde la aceptación, van cultivando espacios conjuntos y propios. Por no hablar de las que siguen ronroneando con cierta asiduidad.
Nosotros nos intentamos aplicar el cuento y hacemos lo que podemos. Como además somos tremendamente alérgicos, no tenemos perro ni gato. PITICLI anda profundizando en el deporte y la actuación. Y yo me he volcado de pleno en la novela. Y aunque discusiones no nos faltan, buscamos momentos propios, conjuntos y con amigos lo más cuidados posibles.
Puede ser una escapada a Cadaqués, pero también un menú de mediodía en el barrio. O una peli en el sofá.
Por cierto, qué maravilla Cadaqués. Hacía más de diez años que no había vuelto y tenía miedo a encontrarlo muy transformado. Pues bien, ha crecido, pero con criterio.
Sigue siendo una delicia pasear por sus callejuelas (de día o de noche, ¡qué de estrellas!); cenar en Casa Anita, con su entrañable filosofía y su divertida interactuación con y entre los comensales; o en el LUA, rodeado de locales y descubriendo que sigue habiendo rincones preciosos y económicos en el casco antiguo. Por no hablar de la emoción al visitar la casa de Dalí en Portlligat, o el Cap de Creus. Y sí, las vistas desde nuestra habitación en el Hotel fueron de impresión. Más que recomendable (sobre todo en temporada baja).
Viva l’Empurdá, el surrealismo y la pareja.
Disfrutad. Disfrutaos y… ¡sed muy felices!
Pd.: para quienes preguntáis si sigo creando piezas con Manoli, sí, y aquí os muestro las más recientes. Por otro lado, para los fans de Lady Laca, ¡deciros que viene este fin de semana! ¿Qué novedades nos traerá?
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Eres un valiente, hablar del amor… me parece tan inabarcable y difícil que ni opinión tengo. Desde luego mejor solo que mal acompañado sería el punto de partida y a partir de ahí, make it easy! Lo que pasa que la educación por estas latitudes sureñas está muy orientada a que siempre confundamos dramatismo innecesario con pasión o problemas con intensidad. Pero esto no es una opinión, es un hecho palpable. =D
Felicito a los Poteito Chips por su arriesgada apuesta, a los domingueros en Cadaqués y a los que vayan a dar cuenta de las andanzas y pitanzas de Lady Laca.
¡Buen fin de semana!
Tienes tanta razón con lo del dramatismo innecesario… y con tantas otras cosas que mereces poder disfrutar también de los tuppers de Lady Laca. ¡Y de otras cosas! ¡Besos!
Así, a la chita callando, vas tejiendo tu post y resulta estupendo.
Y eso que ahora no nos actualizan.
¿De verdad no nos actualizan? ¡Vaya! Suerte que queda gente tan leal como tú. ¡Qué afortunado soy!¡Besos!
Querido HKB: los hijos son un trozo de tu DNA, pero la pareja es como el virus del SIDA, entra en tu DNA y se mimetiza, se queda para siempre, aunque lo inactiven…
Un abrazo.
Ay ay ay. ¡Qué comparación tan acertada pero tan terrible! Médico tenías que ser, jaja.
¡Besos!