Si queréis un consejo, no me invitéis a vuestro aniversario. Soy lo peor. Tengo ese don de forma natural. Tom Jones cantaba “Bomba Sexual”, yo podría “Cumpleaños Fatal”.
Mi gran virtud está en el día a día, ahí luzco cual luciérnaga de Louisiana, cual museo de Zaha Hadid en la noche, cual campo de fútbol en día de partido.
Sí, en una jornada cualquiera yo puedo sorprenderte, acompañarte en un momento crítico, realizarte un regalo inesperado, empujarte a tu objetivo, hacerte reír… pero ojo con tus expectativas en una fecha señalada.
Nunca tuve memoria para las fechas. Juro que no es por falta de interés. A día de hoy todavía no he conseguido memorizar el cumpleaños de nadie, y ni siquiera puedo fijar en mi mente los festivos oficiales (ni siquiera el día de la madre, sólo he logrado Navidad). Tampoco recuerdo anotarlo en un calendario, por desgracia.
En una ocasión, gracias a mi compañero bailongo, conseguí organizarme para tener unos cuantos en el móvil, pero se perdieron al cambiar el modelo. Lo descubría meses más tarde.
Soy un discapacitado onomástico.
De todos modos no queda ahí la cosa. Imaginemos que Facebook, mi madre o tú directamente me avisas. Entonces probablemente no sabré qué regalarte, no acertaré con lo elegido o incluso puedo meter la mata simplemente haciendo un discurso inapropiado en el evento (mi afán de protagonismo le gana al don de la oportunidad, y sólo he practicado estar callado cuando he sufrido afonía).
Al menos tengo una cosa buena: nunca me sienta mal si alguien no recuerda el mío. ¡Faltaría más!
Estos días coincide (que yo sepa, no puedo asegurar que no sean más) el cumpleaños de dos de mis ahijados, el de mi abuelo, el de mi padre y el mío con PITICLI (lo sé por Lady Laca y por PITICLI) y ya tiemblo.
Actualmente ya he dinamitado el aniversario parejil con un speech bienintencionado que sonó fatal durante la cena especial (que podía haber esponsorizado ALMAX), tuvimos un accidente haciendo el mongo visitando a los ahijados (propuse hacer unas piruetas gimnásticas y acabamos en urgencias y PITICLI de baja) y supongo que directamente se me pasará felicitar a padre y abuelo.
Moraleja: si me apreciáis, vivamos el momento, y el día de vuestros aniversarios no os enfadéis si me ausento.
¡Sed muy Felices!
¡Nos vemos en Instagram !
🙂 Grupo de Hong Kong Blues en FACEBOOK.
Pues, estimat, yo creo que no hay excusas. No se trata de memorizar nada porque tampoco es necesario, basta con apuntarlo y/o poner alarmas. Más fácil, robar dinero público siendo político.
Lo que yo digo, siempre se me dio fácil lo difícil pero no al revés. ¡Besos!
Querido HKB: a mí me ocurre lo contrario, me encanta felicitar a la gente..parece que así les demuestras que te importan…es una buena motivación para recordarlo.
Un abrazo
Ay María, no me hagas sentir más culpable, porque te lo prometo, no hay manera en mi caso. ¡Me alegra por ti! ¡BESOS ADORADA!
Sorry! Creo que has hecho una faena aseada e inteligente, pero no capto el quid de la cuestión. Tal vez porque esta noche no he
dormido mucho.
Jajaja. ¡Descansa!