Espantajo y mamarracho me llamaron en un medio online por presentarme al 080 con falda. Josú, no está nada mal. De hecho la cosa se fue calentando y algunos de los que “opinaban” sobre mi foto llegaron a desear mi muerte. ¡Uauh! ¡Qué fiereza!
¡Una falda despertaba más pasiones que los recortes en educación! ¡Y eso que muchos de los que me insultaban no respetaban la ortografía! No lo pude evitar: escribí a esas personas preguntándoles el por qué. La curiosidad me podía.
Por supuesto la foto fue retirada. Pero no la falda ¿Si supieran que tengo cinco faldas convulsionarían y acabarían ahogándose en su propia bilis? Quién sabe. Será cuestión de probar.
Hay países que inventaron la guillotina como método “higiénico y humano” para acabar con determinados tiranos.
Nosotros, en cambio -detallitos y matices de los pueblos- tuvimos la genial idea de patentar la Inquisición como eficaz sistema para eliminar, con dolor y espectáculo pedagógico, a todo aquel que tuviera maneras de pensar distintas, libres o, ¡Dios me libre! , científicas.
Y eso se nota.
Sin embargo, afortunadamente, y pese a todo, los espantajos seguimos al pie del cañón. O del Front Row. Porque, efectivamente, uno de los mejores lugares para lucir ciertas dosis de creatividad –y excentricidad– es la Semana de la Moda. ¡A la calle, mamarrachos del mundo, que viene la Fashion Week!
En cualquier Semana de la Moda que se precie suele haber, como mínimo, dos espectáculos: el de los creadores que muestran sus propuestas dentro y el de los asistentes que exhiben su carisma fuera. Una ópera posmoderna en toda regla. ¡Y con alcohol esponsorizado! ¡Bravo! ¡Otra! ¡Otra!
Ni unos ni otros carentes de valentía. Pretender ser un diseñador profesional en nuestras tierras es una carrera de obstáculos. ¡Y ya no digamos vender! Mostrarse distinto a la norma en un país que prefiere fachadas repeinadas que saquean, antes que a chicos pintorescos que luchan contra el Bullying (increíble la resistencia de Aless Gibaja) es caminar a ciegas sobre un campo de minas.
A unos les duele la espantajería, a mí la caspa y la cutrez. Hay para todos los gustos.
Cada edición del 080 reafirma mi admiración por los diseñadores, las marcas, los artesanos, las administraciones, las agencias, los estudiantes, los asistentes y todos aquellos que suman esfuerzos para celebrar, durante unos días, la creatividad, la artesanía y la belleza del ser humano.
Brindo por ellos. ¡Viva el mamarrachismo creativo! ¡Salud para todos! ¡Y gracias!
¡Sed muy Felices!
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Querido HKB: que gran verdad en lo que dices, que en este país, nos llama mas la atención cosas sin importancia como lo que viste cada persona a los recortes de cualquier beneficio social.
Fenomenal tu crónica del 080, aunque la compañía ecuestre que te buscaste no me gusta mucho…
Un abrazo!
Jajaja. Entiendo que no seas fan de mi compañía ecuestre. Aunque en las distancias cortas gana. Un abrazo ENORME
¡VIVA LA CREATIVIDAD!
Serán los mamarrachos los que creen los nuevos caminos a los que la creación quiera llevarnos.
Los ladradores de la normalidad y el juicio de lo que es correcto o no serán los grandes olvidados en las cunetas de ese camino.
¡VIVAN LOS VALIENTES MAMARRACHOS QUE DESBROZAN LA JUNGLA DEL FUTURO!
¡UAUH! ¡VIVAN! ¡BESOS!
No me van a publicar este texto porque es una queja. No sé que pasa contigo
que me publican uno de cada tres.
Ya, a mí también me sucede. Hay que actualizar el código antes y así ni falla tanto. Gracias por estar siempre ahí. ¡Besos!