Hong Kong

\"Saltando

 

No seas muy polémico esta noche, me dijo PITICLI antes de salir para el restaurante en Hong Kong. Y yo, que aunque no lo parece soy muy buen acatador de normas y creo en la pareja, no sólo prometí que no sería muy polémico sino que me quité la falda (he llevado más faldas en Hong Kong que pantalones largos) y me puse un polo y unos chinos (no me malinterpretéis, no hice nada con sus habitantes).

\"Cenando

 

Esa noche habíamos quedado para cenar con unos amigos suyos que viven en Hong Kong, con los que hacía la tira de años que no se veía, y que nos iban a llevar a un restaurante fantástico con Estrella Michelín. La prudencia parecía adecuada.

\"Como

 

La verdad es que desde el desastre en la fiesta del organista he mejorado mucho. Sigo teniendo las mismas tentaciones de criticar o de sacar la ironía, pero me contengo. De hecho incluso he pactado un sistema de “frenado en seco” con PITICLI del que os hablaré otro día. Pero no hoy, porque hoy toca comentar Hong Kong.

\"Nos

 

La cena fue genial. Sus amigos, más que encantadores, no sólo nos llevaron al restaurante, también a tomar una copa a una terraza fabulosa en la planta treinta y pico de un edificio. Únicamente hubo dos inconvenientes: por un lado estaban mucho más guapos y jóvenes que nosotros, y por otro ciertamente yo no fui muy polémico, pero tuve una de esas noches en que orino hasta lo de los demás (viva la cerveza).

\"Aquí

 

Algún día tengo que hablaros de cuánto necesito ir al baño. Yo creo que supero a una mujer embarazada. Fui tanto al lavabo que sus amigos debían de pensar que tenía un problema con la drogaína. Y lo peor: ni en el restaurante ni en la terraza había baño, tenías que ir a otras plantas del edificio. Hice más steps que en el gimnasio.

\"Por

 

Lo de que no haya baños en los locales es muy Hong Kong, lo mismo que los andamios de bambú. Da igual que el edificio tenga ochenta plantas, ellos ponen ese andamio biodegradable, oye, y el toilet puede estar en la Conchinchina.

\"Que

 

Y al igual que en otras megaciudades de Asia, no todo está a nivel de calle. Puede que el sitio que busques esté en los sótanos (como el Ping Pong 129, el bar más guay de HK, montado por un cartagenero, en un antiguo salón de ping pong subterráneo) o en los pisos elevados. ¡De hecho allí Google Maps va por niveles!

\"El

 

Encontrar un sitio concreto puede llevarte un rato, sobre todo si se trata de un karaoke. Ya sabéis cuánto nos gusta un karaoke a nosotros. Pues bien, por más que buscábamos no dábamos con ellos. Especialmente porque allí, algunos lugares de alterne se llaman “karaokes” para disimular. Lo descubrimos una noche, empíricamente, cuando las puertas se abrieron en una planta once y aparecieron frente a nosotros un grupo de señoritas en una sala de terciopelo granate.

\"Delante

 

Obviamente NO hicimos el gesto de cantar con micrófono para salir de dudas. Nos marchamos en cuanto pudimos, pero qué bochorno. Ellas, por otro lado, tampoco eran tontas y debieron de ver enseguida que allí no había negocio.

\"Causeway

 

Menos mal que en aquel barrio las tiendas cerraban a la una de la mañana y te podías ir a comprar una camisa al centro comercial para desestresar. Es curioso, hay zonas de HK donde puedes no encontrar dónde cenar después de las siete, pero sí comprar hasta la madrugada.

\"Hong \"Que

 

A mí, no sé si hace falta decirlo, me ha fascinado. En Hong Kong se da un contraste entre lo tradicional y la modernidad más acusado que en Tokyo. Tienen, para mí, el metro más alucinante del mundo, que conecta islas y pasa por debajo del mar para llegar hasta la selva. La ciudad es extremadamente silenciosa y organizada. ¡No se oye nada en la calle! ¡Sólo los semáforos! ¡Y eso que son siete millones de habitantes!

\"En \"Que \"Cosas

 

Y en cambio, bajo los rascacielos, encuentras tiendas que venden cuernos de alce como remedio, nidos de pájaro para sopa curativa o inmensos gusanos de mar secos. También son tan supersticiosos que te puedes topar con enormes templos llenos de “intérpretes de tu futuro a los que consultar. Van incluso los brokers.

\"Pues \"Pero

 

Te dan un bote con palitos, lo agitas, y el palito que caiga, que llevará un número, te lo interpretan. Ellos tienen pánico al 4 (no hay planta 4, ni 14, ni 24… en los edificios). ¿Qué número me salió a mí? ¡El 44! Pero me dijeron que traía buena suerte. O eso entendí yo tras pagar lo que me pidieron.

También puedes hallar, junto a un café mega trendy, dónde comprar detalles para enviar a tus muertos.

\"TODO

 

¿Que a tu familiar muerto le gustaban los bolsos de marca? Pues te venden unos Chaneles de cartón para que se los incineres y envíes a través del horno del templo. ¿Que le gustaba apostar en el hipódromo? Pues te venden uno a escala, una tele y fajos de billetes para que gaste en el Más Allá. Brutal.

\"Dar \"Por

 

Del mismo modo, y siguiendo con los contrastes, puedes tomar el metro, salir en una estación, pasar la sede de distrito y el IKEA y… empezar un trekking selvático cuesta arriba que te llevará a un templo con doce mil ochocientos Budas. Flipante. Con carteles por todos lados que alertaban de dos peligros: los monjes falsos que piden dinero y los monos salvajes (no confundir).

\"Carteles

 

También puedes salir de metro y llegar caminando hasta un pueblo amurallado en el que todavía viven miembros del mismo clan. Y que uno de ellos, artista, diseñador, escritor y muchas cosas más, te pida amistad en Facebook mientras parece que flirtea contigo. Efectivamente, alucinar en HK es fácil.

\"Si \"O \"Y

 

Y si no te gusta el metro siempre puedes ir en taxi, pues son súper baratos (es más caro comer en un mercado callejero que cruzar la isla en taxi). Una opción fantástica es plantarte a cenar en el JUMBO, un restaurante flotante que parece un palacio kitsch, en una bahía al sur, y volver atravesando túneles y rascacielos.

\"El \"Como \"Desde

 

Claro que si te va el kitsch lo suyo es tomar el ferry hasta Macao. En una hora, y sin trámites complicados, desembarcas en una mezcla de Lisboa, Las Vegas y China fascinante.

\"Muchos \"El

 

Muy recomendable es recorrer su patrimonio colonial, y acercarse hasta Taipa y Coloane, pequeños núcleos de población en sendas islas al sur. Allí descubrirás templos tradicionales, casas sobre pilotes o calzadas portuguesas, y puedes comer feijoada o pasteles de Belém (allí llamados Natas) mientras a pocos kilómetros emergen inmensos casinos.

\"Tremenda \"Plaza \"No \"La

 

Pero si hablamos de la comida, nada en Hong Kong como sus dim sum y sus xiaolongbao. No es tan fácil encontrar dónde los hagan  (lo más frecuente es tomar fideos allí) pero vale la pena buscar y explorar barrios como Tin Hau, olvidando los masificados de Central o Tsim Sha Tsui para que te salten las lágrimas con sus platos.

\"Sitio

 

\"Tremenda \"Claro

 

Eso sí, olvidaos de que tengan todos baño. Por cierto, un día tengo que hablaros de todos los lugares surrealistas en los que me he lavado los dientes. Alucinaréis. Pero eso será en otro post.

\"Típica

 

Tenía muchas ganas de reencontraros. ¿Cómo os ha ido?

¡Espero que Seáis muy Felices!

\"Saltando

 

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9 comentarios en “Hong Kong”

  1. Under the Peak Victoria

    ¡Guau! ¡Qué viajazo! ¡Y qué lujazo con dos horas y media de karaoke! XDDDDDD

    ¡¡¡¡TENÍAMOS MUCHAS GANAS DE LEERTE YA!!!! así que soyez le bienvenu M. Kong.

    1. Agustín Kong

      Ai companya! Si jo t’expliqués! Sí, sí que me la vaig haver de mirar. Gràcies per preocupar-te. Petons enormes!

  2. María Cortés bitacoracardisaludable

    Querido HKB interesante post e ilustrativo. Lo que me ha llamado la atención es que donde hay tantos millones de chinos haya silencio pues en nuestro viaje solo se les oía a ellos !! Comparto tu amor a Portugal tanto que te escribo desde Oporto!!! . Un abrazo!!

    1. Agustín Kong

      Te recuerdo lo mismo que dicen en Hong Kong: HONG KONG IS NOT CHINA jaja. ¡Ay! ¡Qué afortunada! ¡Adoro Porto! Besos

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