“En todo momento, los prudentes han prevalecido sobre los audaces.” Théophile Gautier
Por la boca muere el pez. Y yo también. Por eso tengo que buscar mis estrategias, para no picar en el anzuelo de la imprudencia.
Ya os comenté en el post anterior que tras el desastre en la cena del organista PITICLI me pidió que no fuera muy polémico en la cena de Hong Kong. Pues bien, nada más llegar a Barcelona tuvimos que asistir a una boda. ¿Qué creéis que me volvió a pedir?
Efectivamente, que echara el freno, Magdaleno. Y que moderara mi lengua. Y que ni se me ocurriera tampoco andar comparando con nuestra boda. Motivos no le faltaban: no sólo se casaba una amiga suya, sino que en la celebración habría más de cincuenta vascos de Guipúzcoa. No era plan de desatar su furia.
Como basta que te pidan algo para que suceda todo lo contrario, organizamos un plan: yo intentaría moderarme, pero si PITICLI veía que empezaba a descarrilar, me alertaría mediante una serie de palabras clave. Pactamos cuatro. Si decía: “cartílago”, “movierecord”, “alto-standing” o “deluxe” yo debía recular rápidamente.
Ya lo veis, no había duda de que si las oías, iban con intención.
Para todos aquellos a los que os sorprenda mi faceta polemista (esto no va para los que trabajan conmigo), y que me tengan por una persona moderada, he de aclarar un aspecto. No, no es que tenga “mecha corta”. Lo que sucede es que además de no saber estar callado en general, ante ciertas circunstancias o personas de determinadas características me activo irremediablemente.
Un ejemplo: puedo ser una persona encantadora, divertida y civilizada hasta que aparezca ante mí un *****ante *******no .O en una *****ón *********al. Si no habéis podido leerlo es porque PITICLI ha repasado el texto y me ha cantado al oído: ¡moooooovieeeereeeecord!
¡Buf! ¡Qué alivio! Yo lo llamo el “Censor de la Guarda”. Hasta hace poco sólo tenían una función similar la Musa Hada y la Musa Jones, que básicamente vigilaban que no me pasara con las barras libres en los eventos o con mis críticas analizando los mismos. He de aclarar que en estos casos el rol era compartido, actuando yo de censor suyo si andaba más lúcido que ellas.
No sé vosotros, pero yo siempre he admirado a la gente prudente. Creo que es señal de inteligencia. Mi abuelo, por ejemplo, con todo lo que ha sufrido y luchado en la vida, consigue no acelerarse ante el panorama político actual. ¿Será por el marcapasos?
Él dice que no está dispuesto a que le amarguen la existencia, y menos a punto de cumplir noventa y cinco años. Que a él le encanta la vida y no tiene nada mejor que hacer que disfrutar lo que le queda y luchar contra el deterioro de su cuerpo, cuidándose, estando activo y sin hacerse mala sangre.
Yo no sé si no habría que hacerle a mi abuelo la prueba ésa para saber si no estamos ante una reencarnación de Buda…
En fin, mientras aprendo de semejante Maestro, tendré que seguir pidiendo a mi entorno de confianza que me eche una mano. Ya lo sabéis, si me veis que me embalo hacia un terreno pantanoso… ¡CARTÍLAGO!
Pero antes de acabar, puesto que algunos me pedíais nuevas direcciones donde comer en Barcelona, os paso éstas, muy en la temática de hoy.
MANO ROTA. Probablemente la cena más memorable que he tenido en los últimos meses ha sido aquí. ¡Qué platos! ¡Qué sabores! ¡Qué ingenio! Por nombrar una delicia: el cangrejo de cáscara blanda. ¡Y en la carta encontraréis vino blanco de Lanzarote! No, no se puede pedir más. Creu dels Molers, 4, Poble Sec.
ADDIS ABEBA. Sí, es un restaurante etíope. Y sí, se come con las manos. Pero no sufráis, ni es muy picante ni os será difícil. Al contrario. Platos deliciosos de ternera, pollo o verduras. Y un trato encantador. Su ambientación también es un plus. Calle Vallespir 44, Sants.
BLISS. Agradable restaurante tetería en una bonita plaza del Barrio Gótico. Pero lo más importante: es un lugar en el que todavía puedes comer o cenar la mar de bien, en una terraza, y con un precio ajustado. Y rodeado no sólo de turistas. Una muy buena opción para las noches de verano. Plaza de Sant Just, 4, Barrio Gótico.
Disfrutad y… ¡Sed muy Felices!
Seguimos en contacto vía Instagram
🙂 Grupo de Hong Kong Blues en FACEBOOK.
Eso es trabajo en equipo.
Trabajo de salvamento, jaja. ¡Besos!
como te llamas en instagram, no te encuentro…. snif
ya te he econtrado…. paz en mi corazon…
ya te he encontrado…. paz en mi corazon
Jajaja. Viva la paz en el corazón… ¡y el encontrarse! Un abrazo, Beatriz
Querido HKB: me alegro que esa faceta tuya no se haya activado cuando nos hemos visto…jajajaja.
Tus direcciones me despiertan mis ganas de Barcelona…
Un abrazo!!
Jajaja. Sí, yo también me alegro. A mí las ganas de Madrid también me persiguen.
¡Muchos besos!