Dentro de ti hay lluvia, una que permite que la vida crezca, ya sea en forma de fruto o de esperanza.
Por eso es tan importante que lo sepas, y que no la guardes.
Olvida lo de almacenarla en pantano alguno, pues ha de esparcirse alrededor. Siempre.
Si se guarda, se pudre. Y no, no te hace más rico.
Dentro de ti hay una lluvia innata. Llámala amabilidad, afecto, ayuda al otro. Úsala. Se multiplica. No sufras, sus crecidas no dañan. Curan.
Sácala. Mójanos. Mójate.
Construye puentes y acueductos para que llegue a otros pueblos. Baila de forma exultante para que haga efecto aspersor.
Fertiliza lo que te rodea y desea que el viento lleve aún más lejos, si cabe, tus aguas, y no escuches lo que las noticias del tiempo digan, porque esas crónicas sólo alarman y desunen.
Que no te inquiete secarte, pues tu manantial no sólo no se agota, sino que se acrecienta con la lluvia ajena.
Tampoco temas que se desborde. Esa inundación es lo que necesita el mundo.
Dentro de ti hay lluvia. Permite que llueva.
Gracias Madrid por la acogida que tuvo Barceloba, que se presentó bajo la necesaria lluvia que mitiga las sequías, en una noche que demostró que la riqueza de las ciudades son sus gentes vibrantes, generosas, curiosas, que disfrutan, que celebran la cultura, que tienden puentes y cultivan con su afecto.
Gracias amig@s de Madrid, a los que os conocía y a los que no, por vuestra lluvia.
¡Sed muy Felices!
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Gracias a ti querido HKB por acordarte de los madrileños para presenta tu libro y gracias por tu comentario hacia mí.
Un abrazo!
Querida colega, no podía ser de otro modo. Besos infinitos.
¡Tus palabras son tsunami! Gracias a ti por tu lluvia hongkongesa.
Oh, qué cosa más guapa eres 🙂
Fue un placer asistir, nos lo pasamos genial!
¡Qué bien! ¡Me encantó que vinierais! <3