Para hacerte las fotos, responderán sin duda lxs influencers –y razón no les faltará-, pero también para otras muchas más cosas, ¿no?
Bueno, en realidad hoy no quiero hablaros sobre maridos en general, sino sobre el mío. ¿Por qué? Porque cada vez que le pregunto: ¿de qué puedo hablar esta semana? ¡No tengo ni idea de qué hacer el post! Él siempre responde: habla de mí, de mi maravillosa persona y de todo lo que me quieres. Cuando yo le pido que sea un poco más concreto me suelta: puedes enumerar todas mis virtudes.
Puesto que no tengo mejor tema del cual hablaros esta semana, le tomaré la palabra y enumeraré sus virtudes.
Cuida mucho la ortografía. Es la única persona que conozco que incluso envía whatsapps abriendo y cerrando signos de exclamación e interrogación. ¡Tampoco se deja una tilde! Debo decir que este hecho fue definitorio para que tuviéramos una primera cita.
Tiene aspecto de europeo del norte y se comporta en el trabajo como tal. Lo primero va muy bien cuando viajamos a países donde la pigmentocracia cuenta (compensa que me traten peor a mí), lo segundo es muy útil para recibir consejos laborales que amortigüen esa tradición española tan hermosa de los equipos de trabajo que los acaba convirtiendo en clases de instituto de secundaria.
Es muy honrado. De hecho es tan honrado que parece un experimento antropológico. ¡Fascinante!
Es la persona más joven que conozco. No he visto a nadie más joven de espíritu (ni nuestros ahijados tampoco). Además, eso se refleja en su exterior. Gracias a ello cuando vamos a algún sitio nos llaman “chicos” en vez de “señores”. ¡Yupi!
Tiene una bonita sonrisa. Cuando le conocí tenía una sonrisa bastante más desordenada, pero ahí estaba, presente, y eso me encantó.
Es asturiano. Algunxs no entenderán esto mientras otrxs pensarán que debería haberlo puesto en primer lugar. Sí, amigxs, muchxs pensamos que ser asturian@ es una gran virtud.
Es rubio natural. En un escenario como el nuestro tener un marido rubio viste mucho. ¡Encima da súper bien en cámara y en el escenario! Claro que luego va contigo a los eventos (y a los castings) y te quita el protagonismo.
Es muy artista. Dibuja, escribe, realiza improvisación teatral… lo cual le va de perlas porque es géminis hasta decir basta. Efectivamente, con él no te aburres nunca (así de bien nos quedan los #HomeTours). Por cierto, también adora cantar, pero dije que sólo hablaría de sus virtudes.
Es muy prudente. Tan prudente que resulta perfecto para llevarlo a eventos familiares. Sin embargo no le pidas que vaya a pedir él a la barra de un bar (nunca conseguirá su objetivo frente a la competencia). Otro detalle: como buen asturiano, tiene buen aguante con el alcohol. Si esta capacidad está en marcha, olvidad lo que os dije sobre la prudencia.
Es un gran apoyo. Ya sea en temas laborales o creativos, ahí está para apoyarte en tus proyectos (¡a la de presentaciones mías a las que ha venido ya! ¡O la de posts que ha comentado!). Para muestra hoy, que estaba en dique seco y me ha dado el tema. Mira, ésa es otra virtud, evita las sequías (quizá por asturiano).
¡Gracias PITICLI! A ver de qué hablo la próxima vez que no tenga tema.
Disfrutad de vuestras virtudes y las ajenas y… ¡Sed muy Felices!
Seguimos en contacto vía Instagram (@agustinkong) Pero si me veis en el mundo físico… ¡saludadme!
🙂 Grupo de Hong Kong Blues en FACEBOOK.
Qué bueno. La próxima vez que no tengas nada de qué hablar, haz una segunda parte que seguro que la llenas sin problemas. Piticli es un encanto, yo añadiría que su cultura y su conversación son impecables.
Un abrazo para los dos!!
Que una persona a la que uno admira le dirija semejantes palabras provoca una elevación de por los menos un metro sobre el suelo. ¡Muy honrado! Muchas gracias.
Gracias Piticli para mí es un placer haberte conocido
Es cierto, tiene una mente muy inquieta y un placer por el conocimiento. Quién sabe, igual hago una segunda parte, jaja. Tú eres fascinante e impecable.
Muchas gracias!!! Igualmente por supuesto!
Seguro que Piticli está en las nubes con semejante artículo sintiéndose muy afortunado. Y, vamos, seguro que es un reflejo de lo que él ve en ti.
¡Oh! Me gustaría pensar ambas cosas 🙂 ¡Besos!