Hoy, Día Mundial de la diversidad sexual, vale la pena conocer las batallas que mucha gente debe ganar.
Sobrevivir es la primera batalla a vencer. El acoso escolar, los comentarios de la gente de la calle, o de tu propia familia. Superar la desesperación y las ideas de desaparición. Las personas lesbianas y gays tienen un 20% más de riesgo de suicidio que la población heterosexual. Las personas trans* tienen un 40% más de riesgo suicida.
Con un poco de ayuda, de carácter, voluntad o incluso suerte sobrevives. Y empiezas a tomar las riendas de tu formación, ocupación o entorno elegido.
Vivir es la segunda batalla a ganar. Superar una entrevista de trabajo, o digerir un despido. Elaborar el rechazo de una comunidad o el vacío de otra. Afrontar el riesgo para tu vida en determinados países y circunstancias. Los microinsultos, los prejuicios, los estereotipos, la plumofobia, el miedo a la soledad o a quedar enganchadx al sexo fortuito. Por no hablar de lo que supone decidir dar un paso más cuando has decidido transicionar para estar conforme con tu cuerpo.
Y un día, no sabes muy bien cómo, superas todas esas dificultades. Encuentras personas como tú, virtualmente o en tu medio cercano. Inicias la construcción de tu propia familia, de tu vida libre. Encuentras un medio de vida, un sentido para tu vida, empiezas a estar a gusto contigo, con tu piel.
Ser feliz es la batalla final. Llegados a este punto empiezas a disfrutar, a tener herramientas eficaces para amortiguar las tormentas. A reír. Incluso a compartir y ayudar a otrxs más indefensxs. Te aceptas, te quieres. Quizá no todos los días o a todas horas, pero nadie se quiere o acepta continuamente. Tu familia sigue ahí, creciendo, aportándoos mutuamente. Desarrollas tus capacidades, tus talentos. Tu cuerpo ya no es tu enemigo constante. Y tampoco tu mente. Resultas inspirador/a sin proponértelo. Ya no te da miedo visibilizarte. Ni te lo planteas. Quien no te acepte no te merece y tú no quieres ser parte de ningún colectivo que no te incluya. Ya tienes tu propio grupo, ya sabes estar bien sol@. ¿Bien? ¡Mejor que bien!
Haces tu vida. Contribuyes a que otrxs puedan conocer la diversidad, a que se abran mentes y replanteen prejuicios para configurar una sociedad mejor.
Y entonces ya no luchas tanto,y sueñas más.
Gracias a todas las personas que me han ayudado a mí y a tantxs como yo a vencer la tres batallas.
Y gracias a todxs lxs jóvenes trans* por ayudarme a crecer, a plantearme tantas cosas y por mostrarme el camino de la valentía y la madurez. Con ganas de poderos acompañar en vuestros próximos logros.
Visibilicemos. Celebremos y Seamos muy Felices.
Seguimos en contacto vía Instagram (@agustinkong) Pero si me veis en el mundo físico… ¡saludadme!
🙂 Grupo de Hong Kong Blues en FACEBOOK.
Solo decirte que me ha encantado y que lo que has descrito, es cómo a veces nos sentimos todos los seres humanos independientemente de nuestra condición sexual.
Un abrazo!
Muchas gracias compañera. Por eso dije «muchas personas». Sin embargo, los porcentajes de asesinatos, acosos, intentos de suicidio y rechazos son desgraciadamente superiores en el colectivo LGBTI+.
Un fuerte abrazo.
Me ha emocionada mucho este post, gracias por recordar las batallas que se viven cada día y celebrar a gente tan valiente.
Muchísimas gracias a ti por leer, comentar y apoyar tantas causas justas. ¡Besos!
Lo has sabido plasmar taaaan bien. GRACIAS.
Muchas gracias A TI. ¡Besos!