Cada época tiene sus dramas particulares y ésta, la de instagram, cuenta con algunos muy diferentes a los de los nacidos antes de la era digital.
Hoy vamos a contrastar algunos de ellos.
INSTADRAMA 1. Perder followers y/o número de likes. Uno de las peores cosas que te pueden suceder actualmente. Motivo de llanto y desesperación y hasta de no encontrar sentido a tu vida. “¿Qué estaré haciendo mal?” “¿Para qué tanto esfuerzo?”son preguntas habituales que te sueles hacer en esa situación. Claro que siempre puedes acusar al algoritmo.
DRAMA PRE DIGITAL 1. Ibas a un lugar nuevo y no había manera de que te “ajuntaran”, o bien, por la influencia de alguien, te dejaba de hablar cierto número de personas. El ostracismo en el mundo físico tampoco era moco de pavo, pero lo sobrellevábamos como podíamos.
INSTADRAMA 2. Tus amigxs no comentan tus fotos. Uno de los indicadores de que le importas verdaderamente a tu grupo de amigxs / conocidxs es éste. Si ya no te comentan ni los stories es un ultra drama.
DRAMA PRE DIGITAL 2. Tus amigxs no te llamaban por teléfono o no te proponían ir a alguna parte. Sí, en aquella época se hablaba (incluso por teléfono) y los planes no eran ver series ni jugar en línea en casa.
INSTADRAMA 3. Te han etiquetado en una foto en la que sales fatal. Encima la han subido sin tu permiso. Esto es algo que no haría un buen amigo. La verdadera amistad se basa en subir la foto en la que ambxs salís bien. Mención aparte serían las galerías que cuelgan discotecas y locales nocturnos, en las que todo el mundo parece Courtney Love.
DRAMA PRE DIGITAL 3. La orla y las fotos de fin de curso. Ésas eran unas de las escasas ocasiones en las que aparecía una foto tuya en un contexto diferente. El único consuelo es que no sólo salías mal tú, sino todo el mundo.
INSTADRAMA 4. El encarnizamiento en las redes. Sin duda uno de los peores infiernos de este tiempo. El ciberacoso es algo muy serio y que genera mucha impotencia, pues a la gente le encanta despellejar desde la comodidad de su invisibilidad.
DRAMA PRE DIGITAL 4. Se metían contigo en clase o vía radio macuto (llamábase así al grupo de chafarderxs de proximidad, generalmente del patio de vecinxs). El motivo podía ser un defecto físico o una noticia escandalosa. Era un rollo, pero era a la cara.
INSTADRAMA 5. Pensar qué foto subes al día siguiente e, incluso, qué look (para no repetir o para que, con suerte, la marca etiquetada se fije en ti). Con este drama llegas a posar en lugares imposibles (con poses ídem) y a comprar más ropa que nunca (aunque algunxs la devuelven tras la foto. Así está el planeta.
DRAMA PRE DIGITAL 5. Mirabas el armario y solías elegir básicamente tu prenda favorita (también podía ser la de tu herman@) o la que estuviera limpia. No te importaba ponértela muchas veces (el drama era para tu madre, a quien eso no le gustaba).
INSTADRAMA 6. No puedes subir ciertas fotos a tu “feed” porque no encajan por color o por coherencia. Hay gente que no sube imagen si no hay pago de por medio.
DRAMA PRE DIGITAL 6. Lo máximo que cabía en un carrete eran 36 fotos. Tus ruegos eran que salieran bien las máximas posibles.
INSTADRAMA 7. Lucha vacacional. Hoy en día en verano parece que si no vas al destino de moda no eres nadie. Mucho menos si no subes fotos de playas paradisíacas o no has acudido al festival más cool. No es veranear, es una competición de postureo.
DRAMA PRE DIGITAL 7. Ir o no ir de vacaciones. De hecho, tampoco te interesaban demasiado las de los de más y huías de aquel amigo que te invitar a su casa a ver sus diapositivas del viaje a Egipto (clásico entre los clásicos).
INSTADRAMA 8. El desayuno. Hoy en día no basta con desayunar, has de disponer de aguacate, avena, frutos rojos… un mantel y unos bols preciosos y una luz natural radiante. Porque el desayuno se fotografía.
DRAMA PRE DIGITAL 8. Que nunca te tocara el sueldo Nescafé o se presentara el helicóptero de Tulipán. Jamás hubieras pensado en gastar una foto del carrete para fotografiar un desayuno.
INSTADRAMA 9. Que tu retoño tenga más tirón que tú en las redes. Muchxs instagramers no sólo nos inundan con inacabables reportajes sobre sus hijxs (de hecho pueden ponerse las fotos de sus hijxs de perfil), sino que han descubierto que éstxs consiguen muchos más likes… y campañas.
DRAMA PRE DIGITAL 9. Tener fotos de tu infancia. Especialmente si eras el hijo menor. Con suerte encontrabas alguna en algún cajón. Un milagro ya era que no fuera una imagen bochornosa o desenfocada.
INSTADRAMA 10. La propia obsesión y absorción que provoca instagram.
DRAMA PRE DIGITAL 10. Que vivieras en una ciudad donde aún no hubiera llegado la señal de emisión Tele 5 y no pudiera ver esos programas de los que la gente hablaba.
Y hasta aquí los dramas por hoy. Mejor enfoquémonos en disfrutar de las ventajas que esta época nos aporta.
¡Sed muy Felices!
Seguimos en contacto vía Instagram (@agustinkong) Pero si me veis en el mundo físico… ¡saludadme!
🙂 Grupo de Hong Kong Blues en FACEBOOK.
¡Has dado en l clave de la estirón! “Jamás hubieras pensado en gastar una foto del carrete para fotografiar un desayuno”.
Y ver el nacimiento del filtro Valencia es una maravilla.
¡Claro! Las fotos del carrete eran sagradas. Frente al nacimiento del Valencia me río yo del del Venus. ¡Besos enormes!
Querido HKB: qué estrés! Yo solo uso Instagram cuando me encanta una foto que he hecho. Yo no quiero
digitalizarme así, prefiero otras ventajas de ésta era, como por ejemplo haberte conocido!
Un abrazo!
Querida compañera, creo que tú haces uno de los mejores usos (y disfrutes) que conozco. ¡Besos enormes!