Cuando tú vas, yo bingo

\"\"

 

Vivo a límite. De mi tarjeta de crédito. Pero como dice mi estilista, “date un gusto, date un visazo”.

También asegura mi estilista que estoy entrando en otra etapa vital, más plena y más madura. Pero yo temo que en realidad me estoy acercando, más que a una etapa dorada, a la de las Chicas de Oro. De hecho, cuando quedo últimamente con alguna amiga la respuesta es: \»a partir de las 18h, que antes tengo que irme a poner el botox\».

Y eso se refleja en los “deportes de aventura” que realizo. ¿Puenting? ¿Snowboarding? Ni hablar, tarde de cinquillo extreme con las Musas. Eso sí, bebiendo gintónics.

\"\"

 

Aceptémoslo, estoy adentrándome en el inside out de la juventud. Afortunadamente en la sesión de cinquillo había también una jugadora de 20 años, si no aquello no hubiera sido una media de edad sino una media compresora para las varices (tema que aparece en mi entorno últimamente).

La gente más joven que me rodea o son pacientes, o son alumnos o son mis ahijadxs. De hecho, si tuviera más relación con jóvenes resultaría sospechoso. Cuando estoy con ellxs aprovecho para que me cuenten de su mundo, porque yo no les puedo contar el mío.

\"\"

 

Y es que mis conversaciones recientes con las Musas han tomado rumbos extraños. Ejemplo: “el otro día estuve cenando con una fisioterapeuta vaginal”. Y a partir de ahí todo lo que os imaginéis. Por si os interesa, la fisioterapeuta va a iniciar una formación específica como experta prostática también.

Otro gran tema de debate giró alrededor de cómo le gusta a cada cual comer un huevo frito, o la gente que no soporta que le rompan la yema. Lo creáis o no esto dio para un buen rato.

Por si tenéis duda, lxs milénicxs no hablan de huevos fritos. Y algunxs ni los comen. Sólo los usan de emoticonos.

\"\"

 

Uno de los puntos en común que sí tengo con la chavalería que me rodea es que todxs tenemos sueños por cumplir y que no nos damos por rendidxs. Sí, porque yo creo que para eso no hay edad. De hecho, prefiero que me pregunten por mis objetivos a por mi edad. ¿Cuántos objetivos tienes? Es mucho mejor que ¿Cuántos años tienes?

Y yo los míos los tengo muy claros. Hoy una paciente me preguntaba qué deseaba y yo le decía que, para empezar, “ser muy rico”. Que el dinero da mucha libertad. Y ahí estuvimos de acuerdo. Ella también. Ricxs y buenas personas, que conste.

\"\"

 

Lxs milénicos no tienen prejuicios con el dinero, no como otras generaciones.

Quizá ella se imagine ganándolo en una start up, o yendo a un programa de tronista.

Yo voy a dejar que sea el Universo quien decida cómo. Pero le iré ayudando si puedo.

Por ejemplo, la otra noche, terminamos en un Bingo con otras Musas (¿puede haber plan más trash? Lo dudo). Ya lo veis, otro deporte de riesgo. ¡Y canté una línea de 4.20 euros! Lo importante no fue la cantidad, sino notar que el karma se está colocando.

\"\"

 

Ah, y ahora que lo pienso, también lo acompañamos de gintónics. Quizá sea ése el mínimo común denominador de mis deportes de riesgo. Buena elección, resuelvo, la quinina tiene muchas virtudes.

En definitiva, que hay que ir a por los sueños. ¡Hay que cantar el bingo de nuestra vida! ¡O la línea!

\"\"

 

¡Sed muy Felices!

Seguimos en contacto vía Instagram (@agustinkongPero si me veis en el mundo físico… ¡saludadme!

🙂 Grupo de Hong Kong Blues en FACEBOOK.

6 comentarios en “Cuando tú vas, yo bingo”

  1. Under The Age Out of Limits

    Para el bingo o el cinquillo no hay edad. A mí lo más extreme que me da por practicar últimamente es despertar sin alarma cuando puedo. Toda una aventura salvaje.

  2. María Cortés bitacoracardiosaludable

    Jajaja. Cuidado con la quinina que puede agravar la hipoacusia, echándote más años encima!!!
    Un abrazo!!

Responder a Agustín Kong Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *