Cuando nos anularon en el último momento el viaje de aniversario que teníamos planeado a París (con Disneyland en Halloween incluido) tuvimos clara cuál sería la nueva opción: ¡Teruel!
Como buen amante del arte hacía muchos años que tenía ganas de conocer el mudéjar de la zona pero es que Teruel, al igual que París, no sólo cuenta con patrimonio y rincones fotogénico-románticos, tiene, además… ¡JAMÓN!
Una vez allí te das cuenta de que la visita te enseña varias cosas, os pondré unos bellos ejemplos.
COSAS QUE APRENDÍ EN TERUEL AMIGXS
-La importancia de tener un buen eslogan y de enfocarse en el aquí y ahora. Si Teruel existe tú también, así que vive. Y, si puedes, monta tu lema vital.
-La esencia en tarro pequeño se vende. Ya lo dice el refrán y Teruel es perfecta para recorrerla a pie y no dejar ninguno de sus rincones sin visitar.
-Hay historias de amor que superan la muerte pero mejor poderse querer en vida. Y no, no me estoy refiriendo a Ghost, sino a los Amantes de Teruel. ¡Amémonos sin dramas!
-Los baños de bosque sientan bien, especialmente en otoño. Contemplar los colores, pero también cerrar los ojos, escuchar los pájaros, el río, las hojas… caminar. O sentarse a contemplar el paisaje. Tocar. En Albarracín pudimos darnos un buen baño para los sentidos. Eso sí, también comprobamos que la turistificación acosa a todos los lugares. Había zonas que parecían las Ramblas. ¡Alerta no os suceda como en Barcelona!
-La convivencia y la suma de capacidades produce efectos fascinantes, y si no que se lo digan a cualquiera que contemple el mudéjar turolense. Sus torres brocadas y enlosadas maravillan. Ojalá sepamos crear, en buenas condiciones para todxs, obras para la humanidad entera.
-Lxs novixs de lxs instagramers se merecen un monumento. Teruel, con unos cuantos puntos absolutamente instagramables, nos confirmó la paciencia que pueden llegar a tener las parejas para satisfacer las necesidades de la ego-exposición en redes.
-Un ascensor es útil, pero una escalera puede ser una joya. Impedimentos físicos aparte, utilizar escaleras puede ser bueno para la salud, e incluso para vista. Si Roma tiene la Piazza di Spagna y el Bronx las Joker Stairs, Teruel no se queda atrás con la filigrana del Óvalo.
-Probar la comida creativa y fusión está genial, saber gozar de platos de antaño también. En Teruel pudimos ver muchas propuestas elaboradas, pero sin duda fue un placer enorme poder disfrutar de unas buenas migas, de los quesos de Albarracín o, sobre todo, del excepcional jamón. Un par de propuestas: D La Tierra en Teruel y El Casino en Albarracín.
-Para finalizar, la experiencia te muestra que unx puede planificar pero también ha de aprender a disfrutar de los imprevistos. Seguro que nuestro puente en París habría sido genial, pero ahora mismo no cambiaría estos días en Teruel y Albarracín por nada.
Ea pues, a disfrutar y a descubrir los paraísos cercanos.
¡Sed muy Felices!
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Genial! querido HKB: Albarracin me pareció precioso más que Teruel con su torito peculiar. Fascinante como pinta Victor, me da mucha envidia con su talento para dibujar!
Felicidades a los dos y un abrazo!!
Es una zona maravillosa. Mil gracias por tus palabras. Un beso enorme.
¡Pedazo de viaje! Nada que envidiar los colores del mudéjar y el otoño en el Albarracín a los de Hallowe’en en Disneyland Paris. ¡Y ESE JAMÓN! ¡DIOR MÍO, ESE JAMÓN!
Ese JAMÓN es indescriptible. Y fantástico. Como usted. ¡Besos!