Comerse el Mundo

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Este verano me he comido el mundo. Literalmente. ¡Incluso he llegado a mis confines! Sí, me he dedicado a algo que ni el Covid nos ha podido arrebatar: comer, que si ya de por sí disfruto y celebro comiendo, ahora mucho más.

Soy tan práctico que si hubiera perdido el sentido del gusto hubiera aprovechado para comer todo aquello que normalmente no me gusta y quedar bien frente a algunas personas (sobre todo la tipo “abuela asturiana”).

Comer es un hábito que está lleno de ventajas y que va más allá del mero trámite. ¡Y que te permite desarrollar facetas fascinantes gracias a sus diferentes variantes! Obviaré los tipos “comida familiar” y “comida de negocios” y os hablaré hoy de otras valiosas opciones.

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Comida Antropológica – Comida Dora la Exploradora.

Viajar con el estómago no sólo es posible sino que puedes  hacerlo tanto con un presupuesto holgado o escaso (se puede disfrutar con unos frijoles y con una mariscada), en ruta o sin moverte de tu ciudad de residencia. ¿Que no puedes salir?  Pues a buscar un restaurante de cocina extranjera desconocida. ¿Que puedes viajar? Pues a preguntar a las gentes del lugar qué es lo típico. ¡Vas a aprender más que en un Máster de cierta Universidad!

Esta modalidad está muy emparentada con otras, como las

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Comida Ingeniería de Puentes y Caminos (también conocida como Comida de la Concordia) y la Comida Conoce tus Límites (o Comiendo al Fin del Mundo).

Os voy a poner unos ejemplo propios y recientes.

Comida Ingeniería o de la Concordia.

No hace mucho tuve que hablar con unas personas de Georgia, un país considerado muy conservador y homófobo. Pues bien, tendríais que haber visto cómo viró la situación cuando el tema fue: “¿qué me recomendaríais probar en un restaurante georgiano?”. ¡Allí surgió más magia que con el Mago Pop! Lo que podía haber terminado amargamente lo hizo con un agradable sabor de boca.

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Comida del Fin del Mundo.

Curiosamente no fue en Finisterre -ni en Asturias– sino en Astorga, donde PITICLI y yo, famosos por tener un saque monumental, aprendimos que incluso nosotros tenemos un límite. Un menú compuesto por un generoso cocido maragato y unas natillas con una mantecada dentro fueron los responsables. Por poco terminó siendo una Comida de Onda Expansiva.

Este tipo de comidas ayudan al autoconocimiento, a la tolerancia a la frustración, al encuentro de límites y a ensanchar horizontes y cintura.

Afortunadamente tras el cocido maragato la situación se tornó en una

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Comida charla TED.

Las Comidas Charlas TED suelen darse con personas de cierta edad, experiencia vital y generosa humildad. En este caso sucedió cuando la dueña del restaurante, cuarta generación de la familia que lo regentaba, nos vino a hablar a la mesa sobre cómo ha de tratarse a la clientela y llevar un negocio. Fue una conversación tan nutritiva como el cocido.

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Con este tipo de señoras maravillosas muchas veces es posible llevar a cabo una

Comida de Nietx.

Básicamente se trata de situaciones en que ni te preguntan qué quieres comer, te ponen raciones abundantes, te lo acabas todo y consigues iluminar el rostro de la señora. En Asturias lo he experimentado unas cuantas veces. Lo mejor es que todas las partes ganan.

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Para este tipo de situaciones es recomendable ir acompañado de comensales del tipo Tócala Otra Vez, Sam, esa gente tan amante de la comida que su conversación, mientras come, versa sobre lo que probó o desea probar en otros lugares. Yo me encuentro entre éstos, y gran parte de mi entorno también. Con ellos solemos disfrutar de la llamada Comida de Digestión Interminable, que no hace falta describir.

Aunque quizá la comida más valiosa sería la

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Comida Impermeable.

También conocida como Comiendo Bajo la Lluvia, una variante de la famosísima Comida de la Celebración Porque .

Este tipo es ideal en estos tiempos, en los que no hay nada mejor que buscar una excusa para celebrar, comer y disfrutar. Así esté tronando fuera. Con prudencia y con cariño. Con ratios y con esperanza. Porque si comer es celebrar y si celebrar es vivir, que no nos falte nada de eso. ¡A comerse el mundo!

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Un abrazo virtual enorme.

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6 comentarios en “Comerse el Mundo”

  1. Under The Lost Waist

    Ahhhhhh comer… yo creo que eso es lo que nos hace humanos, el placer de comer. Hablar de ello mientras se practica debería ser deporte olímpico (y ahí tendría opciones de medalla).
    Me ha encantado tu clasificación de tipos de comida.

  2. María Cortés Bitácoracardiosaludable

    Querido HKB: has tocado uno de mis temas favoritos: la gastronomía, ya sea por comer, por cocinar, por viajar o por socializar, me encantaaa!.
    No sé por qué leyendo tu post me he acordado del Omul y unas deliciosas galletas con te que tomamos en el Lago Baikal.
    Gracias!
    Un abrazo!!

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