Una bandera con tu minifalda y mi pluma

 

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La primera vez que me agredieron por ser gay fue en tercero de primaria. El primer día de curso en mi nuevo colegio. Insultos y golpes. Sin conocerme de nada. Los últimos improperios fueron hace unas semanas, por la calle, y hace unos años nos tocó echar a correr en Vejer de la Frontera, estando de vacaciones.

Los desconocidos, aunque haya jueces que opinen lo contrario, sí atacan a los gays. También a las mujeres cis (a las trans ya ni digamos), en ocasiones por algo tan simple como vestir una minifalda o un escote pronunciado. Porque para esas personas cierta ropa femenina es una provocación. Como la pluma gay. Hay que tener mucho cuidado para no provocar a esas personas, porque una mujer empoderada, bebida o en minishorts, así como unos homosexuales de la mano les alteran mucho y claro, no se pueden controlar. Y luego pasa lo que pasa, que te agreden, que te violan (porque es una violación) o te matan (porque es un asesinato). Y la culpa la tienes tú (como cuando trasladan de colegio al niño acosado en vez de al agresor o agresores).

Con lo fácil que sería volver al armario unos y a las cocinas otras, bien tapadas.

Hace un tiempo, un hombre negro se molestó conmigo por apoyar el “Black Lives Matter”, argumentando que su causa no era la mía, pues “al fin y al cabo yo podía disimular mi homosexualidad pero él no su color de piel”. ¿Cómo convencerle de que su causa sí es la mía? ¿Cómo decirle que su causa y la mía sí es la de los feminicidios o las agresiones machistas de todo tipo?

¿Cómo explicarle que nadie debería disimular quién es ni temer por ello?

Una vez, cuando era adolescente, mi padre me dijo que a los maric*nes habría que matarlos con gas mostaza por el cul*, porque encima disfrutarían. Nunca lo he olvidado. También le prohibió a mi madre acudir a mi boda con un hombre, amenazándola con cambiar la cerradura a su vuelta.

Pensé que todo eso estaba superado pero hace unas semanas supe de unos padres que al conocer que su hijo de 14 años era trans le dieron tal paliza que les retiraron la tutela.

Sí, señores jueces, en ocasiones las agresiones sí son de personas que nos conocen. Hay familias que preferirían a sus hijos muertos antes que gays, lesbianas o trans. Hay padres que aplauden las conquistas de sus hijos varones mientras prohíben que sus hijas salgan con las amigas.

Efectivamente, hay personas que se comportan como animales.

Dicen que los perros perciben el miedo. Qué importante es no tener miedo a los perros, pero también que si hay animales peligrosos se encierren para que no sean un peligro público.

Afortunadamente también hay muchísima gente que defiende los derechos humanos. Que ofrece refugio y aliento a las personas lgbt, a las mujeres todas. Compañerxs de clase, de trabajo, vecinxs, familiares, desconocidxs.

Quizá debamos darnos cuenta de que si juntamos a toda esa gente somos más. Y que si ganan los colectivos vulnerables y erradicamos esa violencia gana la sociedad entera.

Y que con tu minifalda y mi pluma podemos hacer una bandera nueva, que expulse el odio y el miedo de un plumazo, que limpie el escenario de fascismos y heteropatriarcados, para darnos felicidad y esperanza a todxs.

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Nota: todo mi apoyo a la familia y amistades de Samuel. Toda mi fuerza para las personas que reciben agresiones por ser quienes son. Que la vida os aporte mucho, pues aportáis mucho a la vida. 

 

8 comentarios en “Una bandera con tu minifalda y mi pluma”

  1. Se me ponen los pelos de punta con lo que te dijo tu padre. A mí el mío cuando tenía unos 14 años y me vio viendo la película ‘Segunda piel’ en la que dos hombres mantenían un affaire, me dijo que ya solo faltaba que la actriz se follara a un caballo. Me paralizó mucho el comentario y no me atreví a salir del armario hasta años después. Lo peor es que al contárselo, me dijeron que siempre habían sabido que yo era gay. Tengo que decir que su actitud ha cambiado mucho, aunque nunca entenderé por qué si lo sabía hacía comentarios de ese estilo.

  2. Under The Allied Victory

    Somos más y más empoderadas, por eso se ven más amenazados y son más violentos. Pero no debemos bajar la guardia porque el sistema peligra con un cáncer que lo está destruyendo por dentro.

  3. Maravilloso!!!
    Siempre supe que eras alguien especial, con don de palabras.
    Sabía que podías dar mucho amor, pero ahora me has confirmado todo lo q sentía al verte.
    Eres maravilloso!!!. Como lo era nuestro abuelo, tu has luchado, y yo tuve y sigo luchando por una libertad, por ser mujer!!!.
    Te quiero!!!!!

  4. María Cortés Bitácoracardiosaludable

    Querido HKB: la verdad no sé qué decir. Nunca he entendido los prejuicios al saber con quién se acuesta cada cuál, con la cantidad de problemas tan importantes que afectan a la humanidad, qué pena y qué desgaste!.
    Mi apoyo incondicional!
    Un abrazo!

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