Quien me conoce ya sabe que pienso que somos el resultado de las oportunidades que se nos han ofrecido. Sin embargo no todas las oportunidades son iguales. Cada vez creo más firmemente que quienes tienen dinero, poder o contactos disfrutan un tipo de oportunidad muy particular: la posibilidad.
Si tú has tenido la fortuna de contar con posibilidades… ¡enhorabuena! Sé consciente.
En definitiva, hay quienes disfrutan de posibilidades mientras el resto buscamos oportunidades.
Creer esto puede ser una losa pero oye, también muy liberador: amigx, no todo va a depender de ti ni de tu esfuerzo, y eso descarga un montón de responsabilidad o de culpa.
He visto a demasiadas personas sin talento ni ganas ocupando puestos por apellido o conexiones como para no tenerlo presente.
Recordar que nos encontramos en un momento en el que el ascensor social anda a trompicones o que la propia oportunidad es graciable (lo mismo que te la dan te la pueden quitar) tiene sus ventajas. Básicamente te evita esfuerzos y sufrimientos innecesarios.
En vez de esfuerzo –que para mí ya no sería especialmente relevante en la ecuación en estos tiempos- yo te propongo otras fórmulas: el compromiso con tu proyecto y con tu tarea, el compromiso contigo y la pasión –en el mejor de los casos- para alimentar tu talento o habilidad.
Y, por supuesto, estar alerta por si se presenta la oportunidad para aprovecharla, dure lo que dure, pero quitándote peso. Ilusionarse sí, desesperarse no. Vamos, como un detox meritocrático.
Necesitamos oportunidades e ilusiones, pues son motores para seguir adelante, pero la meritocracia es como los Reyes Magos, una ilusión detrás de la cual están los padres. Hacen falta otras reglas del juego y escenarios.
Por cierto: una vez estés pudiendo desarrollar tu capacidad gracias a la oportunidad, puedes tú también repartir ilusión utilizando esa posición para ayudar a otra gente sin apoyos, ofreciendo también oportunidades o, cuanto menos, visibilidad.
La visibilidad es otro tipo de oportunidad en la que creo mucho, porque lo que no se ve no sólo no existe sino que además parece que sea algo negativo. La visibilidad, para muchas personas, es el primer paso hacia la posibilidad, hacia la oportunidad de ser.
Y qué importante que podamos ser.
Y ahora, después de haber compartido contigo mis reflexiones, compartiré un par de restaurantes estupendos que he descubierto recientemente y que tienen mucho mérito.
EL RACÓ DEL MARINER
Fuera de todo circuito turístico (aunque antiguamente estuvo en el muelle de pescadores de la Barceloneta) dimos con este restaurante de ambiente familiar donde sirven unos arroces estupendísimos (y encontrar un lugar donde comer un buen arroz no es tan fácil). Estaba lleno de gente, así que mejor reservar. Vale la pena por la comida, el ambiente y la experiencia. C/ de la Pau,1. Port del Fòrum.
BAR BODEGA CHIQUI
Otro gran descubrimiento. Se trata de una bodega de barrio con decenas de años a sus espaldas que esconde una inesperada sorpresa: además de los platillos, conservas y bocatas habituales cuenta con una carta de sushi y de platos asiáticos (y fusión) impresionante. Su fama empieza a crecer, así que no tardes. C/ de Vilamarí 29. Eixample, junto a Plaça Espanya.
Cuídate mucho, libérate de cargas, apasiónate y ofrece oportunidades.
Un abrazo ENORME.
Qué gusto que estés aquí.
IG (☞ ﾟ ∀ ﾟ) ☞ ◙ @agustinkong
El ascensor está out of service me temo, pero me encanta tus receta para seguir adelante y las que proponen los restaurantes que nos presentas. Eres grande.
Mil gracias por sus palabras y apoyo. Grande usted 💘