Buenos días, damas y caballeros,
Por si no tenían claro adónde debían ir próximamente, ya se lo digo yo: a Woolloomooloo.
Pero no a las afueras de Sydney, no, que ya les conozco, y quien más quien menos pone la palabrita en el google y le dice que supuestamente está ahí.
Ni tampoco al encantador restaurante ubicado en una antigua imprenta de Avignon. No, no, y no.
Bueno, que conste que pueden ir a Sydney cuando quieran, o al más que recomendable restaurante, sólo faltaría, pero es que me refiero a otra cosa.
Si hacemos caso de la leyenda aborigen australiana, woolloomooloo es el nombre con el que se denomina al lugar donde las canguros embarazadas deciden ir a dar a luz. Esto no tendría nada de especial sino fuera porque durante la gestión, se dedican a buscar el lugar perfecto, el que más se parezca a un edén.
Por lo tanto, ese rincón se convierte en lo más próximo a un paraíso en la tierra.
Fue al conocer esta historia cuando decidí que allá donde viviera, independientemente de cómo y donde fuese, crearía mi propio woolloomooloo.
De hecho, escribí la palabra en una de las paredes de mi estudio-vivienda-celda-de-30-metros para recordármelo.
Y ahora se lo recuerdo a ustedes, animándoles a que…
¡HAGAN LO MISMO! (bueno, lo de escribirlo en la pared no es necesario, como tampoco lo de vagar por el bosque embarazado/a).
Eso sí, otra cosa debo decir: el éxito no está asegurado.
Me explico: efectivamente, ha habido las visitas familiares que preveía, y no todas han comprendido mi filosofía. Ni al verlo escrito ni al explicárselo.
¡Menos mal que no vieron el minipiso antes del “adecentamiento”!
No es que dijeran nada, pero entre lo que NO dijeron y el rictus al cruzar la puerta, me doy por enterado.
En fín, el próximo post, desde New York, que por mucho que digan, siempre será fascinante (incluso con frío) , y sus rebajas, incomparables.
Y para no ser menos que los más modernos, buscaré algo con estrellas para ir trendy, que si Kate lo dice, habrá que creerla.
¡Sed felices! ¡Encontrad vuestro propio Woolloomooloo!
AGUSTÍN: POCAS VECES HE ESTADO TAN DE ACUERDO CON ALGUIEN. ENCONTRAR EL WOOLOOMOOLOO ES ALGO QUE TODO SER HUMANO TIENE QUE HACER. YO YA LO TENGO Y POR SUPUESTO CUANDO ESO SUCEDE QUEREMOS COMPARTIRLO. UN ABRAZO
¡Enhorabuena! Si lo has encontrado quiere decir una cosa: debes de ser una persona muy sabia. Te felicito. Un abrazo
Una recomendación a tod@s l@s cangur@s, sería la de empezar la búsqueda dentro de los paisajes interiores… es evidente, pero no siempre lo tenemos en cuenta.
Y si nos cuesta un poco… nada mejor que las rebajas para inspirarnos!
Agustin: gracias por tu comentario tan halagador. Desde la ciudad de México, con todos los colores y aromas que se puedan imaginar rodeándonos, te envio un saludo y te confieso que estoy ansioso de leer tu próxima entrega. Una pregunta: ¿se pueden enviar fotografías a este blog? y si así fuera, ¿cómo se hace?
buenas tardes, Under the Empire! (ahí estaré en breve) y Juan Pablo (qué envidia, en el invierno de DF! I love DF). decir que me parece fenomenal el consejo de la búsqueda en el paisaje interior, sí señor. en cuanto al envío de fotografías, creo que aún no es posible, pero todo se andará. una lástima, porque seguro han de ser estupendas. un abrazo enorme a ambos. gracias por acompañar en el camino.
Llevo muuuuucho tiempo queriendo hacer un comentario a este blog, y ya ha llegado el momento… Celebré la noche de mi 36 cumpleaños en Woolloomooloo, en Sydney, en un restaurante maravilloso llamado Manta Ray (lo elegí por el nombre) y todo fue, sencillamente, perfecto. Perfecto. Por eso, cuando leí el verdadero significado de la palabra, me emocioné. A veces, realidad y literatura se encuentran… Ahora mi Woolloomooloo se encuentra en la sonrisa de mi hija, en su abrazo y en que me diga «te quiero mucho», pero, como tú dices, puede estar en cualquier parte… Qué post más bonito…
Colega Stefanie: me siento muy honrado por tu visita. qué ilusión!
cómo me alegra saber que tuviste esa velada tan estupenda. menudo viaje debio de ser!
te felicito por tener ese WOOLLOOMOOLOO tan maravilloso, por creer en el poder crear nuestro propio WOOLLOOMOOLOO en cualquier parte.
un beso!