Soy tan ecológico y natural que me estoy volviendo un viejo verde.
Me río yo de los brotes ídem cuando al ir al trabajo me cruzo con hordas de gente sana que se desloma, corre y estira forrada de lycra.
Afortunadamente no hay mal que por bien no venga. Y llegó la amenaza de la calvicie (por suerte antes que la del divorcio). Sí, uno puede ir de treintalescente, pero mientras a determinadas mujeres les alarma el reloj biológico a algunos de nosotros se nos desforesta el Amazonas. Por desgracia sólo en la cumbre.
Habiéndolo probado todo menos la resignación, finalmente me lancé a los brazos de la ciencia y de la farmacéutica siguiendo los consejos de dos lectores de este blog (¡gracias chicos!) que habían pasado anteriormente por el mismo trance que yo y que el joven Lex Luthor.
Fue así como empecé a tomar las píldoras forestales.
Y aquí es donde viene la segunda parte, porque uno de los efectos secundarios habituales es la bajada de la libido.
Como lo leéis, arreglando un coche para estropear una moto. Pero qué queréis que os diga, yo no puedo esperar a tener la mente clara y dejar de ser un monstruo de dos cabezas. ¿Qué se sentirá?
Una amiga me dijo que desde que su marido las toma ella está mucho más relajada (que no destensada, no confundamos), y que prefería esa tranquilidad a tener que presentar a su marido como el nuevo Kojak. El resto, sin embargo, me dijo que donde se ponga un calvo sexy y capaz que se quite todo lo demás (menos en las entrevistas de trabajo, curiosamente ahí todas coincidieron en que los calvos no triunfan).
Ya os iré contando, porque por lo pronto no hay grandes progresos –ni retrocesos-.
Pero como más vale prevenir, aprovechando que este fin de semana se desconvocaron ciertos compromisos hemos decidido que nos vamos de escapada romántica a Cadaqués. No se me ocurre mejor lugar teniendo una vida tan surrealista.
Veremos qué tal se comportan las fuerzas de la naturaleza.
Pd. esta semana he tenido dos momentazos EGOtadores de máximo nivel, de esos que os llaman la atención tanto a vosotros como a mí. Menos mal que el pelo salió bastante en su sitio y la falda no dejó entrever alegrías extrañas.
¡Nos vemos en Instagram !
🙂 Grupo de Hong Kong Blues en FACEBOOK.
Y como guinda, una joya en formato corto que habla de egobloguerismo con una ironía y una lucidez geniales. ¡Disfrutadlo!
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jajajaja… ¡con lo bien que lo cuentas hasta entran ganas de alopecia! Espero que mis folículos no pasen por ahí… entiendo y mucho. Que miedo. Espero que llegado el momento también salga en portada como ejemplo de estilo a seguir, igual que tú. ¡Eres al trend personificada! ¡Eres fuego!
El vídeo es sencillamente brutal.
Eres tan adorable que me iría contigo de fin de semana terapéutico-festivo.
¡Besos!
Esto aquí por casualidad. Se me arrebató el chip y me dije:
Agustín ha publicado. Gracias por publicar.
Eres ADORABLE. ¡Y felicidades por la publicación de tu novela!
Querido HKB: me ha gustamos mucho el video…tiene algo…tristecioso (triste+gracioso) que me encanta.
La verdad si usas finasteride no creo q
Lo siento últimamente estoy un poco torpe, decía…que no creo que merezca la pena, pues si lo dejas de tomar vuelves a las andadas…
En cualquier caso, es un rollo es como teñirse el pelo, al menos para mí….pero si no lo haces…estás todavía peor…
Cómo te entiendo…Un abrazo.
Jajaja. Pues nada, un día entre vinos nos damos unos consejillos, ánimos y alternativas. ¡Te adoro! ¡Gracias!