Pequeños toques hacen grandes rasgos. Dicho popular
Dime quién te admira y te diré lo que eres. Sainte Beuve, Charles Augusti
Tu novio dice mucho de ti. Ésta es la máxima de un amigo diseñador. Él, actualmente soltero, considera que nada dice más de uno que su pareja. Yo le digo que da demasiada importancia a las relaciones, y que de uno hablan sus características personales, aunque al final… ¿realmente sabemos explicar quiénes somos?
Cada vez que me preguntan quién soy me quedo sin saber muy bien qué responder. Entonces suelen redefinirte la cuestión: ¿A qué te dedicas? Y entonces ya me han rematado. No porque yo no haga cosas, que sí las hago (acostumbro a responder: “veamos, por dónde empiezo…”) sino porque me resulta injusto y limitador.
¿Si no trabajase no resultaría interesante o no tendría identidad? ¿No da más identidad en ocasiones oler bien y lucir limpio que tu currículo? A mí, desde luego, me encanta la gente que huele bien. Además, por tener el olfato tan desarrollado, lo paso fatal con la gente que huele mal (ando tentado de hacer un poemario titulado “hedores del mundo”).
También me apasiona la gente que sabe hablar –no sólo con un buen vocabulario, sino con un tono de voz ajustado, pues me desequilibran los gritos-, o que ama la vida, que tiene intereses, o que respeta a los animales. Y no, no hace falta que sean vegetarianos para agradarme.
Una frase me gustó en su momento: Eres lo que comes. Esto se lo tatúan muchas personas (que por cierto con frecuencia tienen pinta de comer poco). Porque sí, parte de razón no les falta.
Pues también eres lo que bebes. ¿Nunca os ha llamado la atención lo que se pide la gente en los bares? ¿O el tipo de tabaco que fuman? ¿O su postura con o contra los fumadores?
Y ya no hablemos de qué música escuchas (el reguetón y las mujeres, ese misterio) o, sobre todo, qué vuelcas en tus redes sociales (¡ojo con las entrevistas de trabajo!). O de quién te enamoras (peligro, vuelvo a la máxima del diseñador).
¿Y el cómo vistes? ¿O le damos demasiada importancia a la apariencia? En este sentido me partía de risa con una expresión de Lady Laca: “Llevaba una falda tan corta que no sé si vimos el telón o la función”.
Pero volvamos a lo laboral, ese gran estigma tema, y más en un país con tal nivel de desempleo.
¿Si trabajas de arquitecto eres una persona mucho más fascinadora que si lo haces de limpiador? ¿O acaso mejor persona? ¿Y si de arquitecto pasases a limpiador… entonces serías peor persona? ¿O más curtida?
¿Y si no trabajas porque no lo necesitas –imaginemos que tu familia está forrada- eres más estimulante que aquella persona que ha de currar desde joven para construirse? ¿Todo el que viaja está viajado y todo el que no lo ha hecho no es persona de mundo? De igual modo… ¿acaso por tener dinero no puedes ser empático y altruista?
¿Y qué podemos decir de aquellos que no trabajan de forma regular y remunerada pero tienen una actividad virtual frenética, donde ejercen de consultores, informadores, líderes de iniciativas sociales o influenciadores?
Podríamos decir que actualmente somos un ente a mitad de camino entre lo que somos en el mundo virtual y lo que vivimos en el mundo físico. Conozco a un montón de gente que en internet goza de un estatus y autoestima muy distinto al de su día a día convencional. ¿Las apariencias engañan, y más con internet?
La identidad, qué gran tema.
A veces pienso que todo se trata de cómo juegas, y como encajas, las cartas con las que inicias la partida. Y del balance entre ambición, intereses y empatía. O de cuánto te quieras sin que eso signifique cuánto menosprecias a los demás. Eres lo mejor que has hecho.
Si fingimos lo que somos, seamos lo que fingimos. Y más en la era de internet.
¡Sed muy felices y feliz solsticio de verano!
¡Nos vemos en Instagram !
🙂 Grupo de Hong Kong Blues en FACEBOOK.
Me ha entusiasmado una de las frases que utilizas porque me parece una gran verdad y máxima del siglo XXI:
Si fingimos lo que somos, seamos lo que fingimos.
No nos dejemos atar por la mochila de salida. ¡Vayamos a comprar la que queramos!
¡ESO! ¡Y que sea un equipaje cómodo y útil! ¡BESOS!
Pero qué bien escribes condenao!!
¡Oh! ¡GRACIAS! <3
Querido HKB: me han gustado mucho tus reflexiones, no sabría con cual quedarme, da para mucha conversación.
Desde luego que somos lo que comemos, pero en mi caso,no tengo aspecto de comer poco…jajajaja.
Un abrazo.
Jajaja. Mil gracias por tus palabras. Tendremos que quedar una sobremesa para comentar 🙂