Vestidos para matar, desnudos para escapar.
Hay conjuntos que te dejan muerto, y otros helado. También los que ni fú ni fá, aunque a nosotros no nos pasa. Hay quien tiene el don de la invisibilidad, no es nuestro caso. El sábado pasado, por ejemplo, íbamos paseando por un casco antiguo cuando tuvimos que pasar junto a un grupo de gitanos, …